Continuamos con el post anterior, agrupando los decesos de los presidentes de la República del Perú en los siglos XX y XXI.
Manuel Candamo: El primer presidente
del siglo XX gobernó solamente por siete meses. Murió a los 63 años de un
síncope cardíaco en una visita oficial a Mollendo.
Serapio Calderón:
Otro presidente de breve mandato (apenas cinco meses). Murió de causas
naturales a los 78 años.
José Pardo y Barreda:
Hijo de Manuel Pardo (asesinado en la puerta del Senado) y presidente en dos
oportunidades. No culminó su segundo periodo. Enviado al exilio, murió a los 83
años, tres años después de su retorno al Perú.
Augusto B. Leguía:
Presidente del Perú en dos oportunidades, gobernó el país durante quince años
acumulados, todo un récord. Derrocado en 1930 por Sánchez Cerro, sufrió prisión
durante catorce meses y murió poco antes de cumplir 68 años de un mal
prostático. Haya de la Torre diría de él que fue el mejor presidente del Perú
en el siglo XX, reconociendo que modernizó el país.
Guillermo Billinghurst:
Primer presidente que el Congreso destituyó por “incapacidad moral”. Murió
exiliado en Iquique a los 63 años.
Óscar R. Benavides: Presidente en dos periodos del Perú. Murió a los 69 años de causas naturales.
Luis Miguel Sánchez Cerro: Presidente del Perú tras derrocar a Leguía, muy popular en las clases populares por sus rasgos mestizos muy pronunciados (o más bien mulatos) y enemigo del APRA, iniciándose la persecución hacia este partido que se prolongaría por varios años. Quiso hacerle la guerra a Colombia, murió asesinado a los 33 años por un simpatizante aprista mientras pasaba revista a las tropas.Manuel Prado Ugarteche:
Hijo de Mariano Ignacio Prado. Presidente del Perú en dos ocasiones. Murió en
París a los 78 años.
José Luis Bustamante i Rivero:
Derrocado por Odría y vilipendiado por los apristas, le tocó vivir exiliado y
luego su fama de tribuno lo llevaría a ejercer la presidencia de la Corte
Internacional de La Haya. Murió faltándole poco para cumplir los 95 años.
Manuel A. Odría: Su
segundo nombre era Arturo y no Apolinario como se cree. Amado y vilipendiado
por igual, murió a los 77 años y sus restos reposan en la Catedral de su Tarma
natal.
Ricardo Pérez Godoy: Derrocó
a Manuel Prado por no reconocer el triunfo electoral de Haya de la Torre.
Gobernó durante siete meses con mano dura y por eso mismo fue derrocado a su
vez por Lindley. Falleció a los 77 años.
Nicolás Lindley:
Gobernó por cuatro meses, negándose a llevar la banda presidencial por
considerar que no era merecedor de tan alto cargo. Convocó a elecciones y se
retiró de la vida política. Murió a los 86 años.
Fernando Belaúnde:
Presidente en dos oportunidades. Murió apaciblemente y en aroma de probidad
faltándole poco para llegar a los 90 años.
Juan Velasco: Uno de los
presidentes más controversiales. Su ‘Revolución Peruana’ marcó un antes y
después en la historia del Perú. Murió a los 67 años, con la salud quebrantada
luego que le amputaran una pierna. A pesar de sus detractores, nunca dio
vestigios de enriquecimiento ilícito.
Francisco Morales Bermúdez: Se
trajo abajo el Velascato y culminó sus años bajo la amenaza de terminar preso
por su supuesta participación en la Operación Cóndor. Murió a los cien años,
siendo el mandatario de edad más longeva.
Alan García: Presidente en dos
oportunidades. Se suicidó a los 69 años para no afrontar una prisión preventiva
por las acusaciones de corrupción.
Alberto Fujimori:
Presidente en la última década del siglo XX. A pesar de haber estabilizado la
economía, derrotar al terrorismo y conseguir la paz con el Ecuador, es una de
las personas más odiadas en el Perú, mayormente por las nuevas generaciones que
nacieron en épocas posteriores de su gobierno, a causa de las campañas de odio
alentadas por la izquierda. En 2007 fue extraditado desde Chile y hasta la
fecha purga condena por delitos de lesa humanidad.
Valentín Paniagua:
Como presidente del Congreso, le tocó tomar las riendas del gobierno tras la
renuncia por fax de Fujimori. Falleció a los 70 años, poco después de postular
a la presidencia constitucional.
Alejandro Toledo: Las
contundentes denuncias por corrupción han conseguido que la Corte Suprema de
los Estados Unidos autorice su extradición que, de hacerse realidad, es
probable que a sus 76 años muera en prisión.
Ollanta Humala: Si bien él y su mujer tuvieron prisión
preventiva, hoy a sus 60 años continúa el proceso por supuesta corrupción con
orden de inamovilidad del país.
Pedro Pablo Kuczynski:
Obligado a renunciar ante la segura vacancia por parte del Congreso. A sus 84
años prosigue el proceso por supuesta corrupción, aunque hace unos meses le
levantaron el arresto domiciliario que afrontó por cuatro años.
Martín Vizcarra:
Vacado por el Congreso de la República. A pesar de los procesos por corrupción
cuando fue gobernador de Moquegua, cerrar el Parlamento, el mal manejo de la
pandemia y las compras fraudulentas de vacunas y pruebas moleculares y la
inhabilitación a postular a cualquier cargo político, a sus 60 años el ‘Bebito
Fiu-Fiu’ sigue pasando piola y no se oye que el Ministerio Público lo acuse
públicamente de alguna irregularidad.
Manuel Merino: Presidente por
apenas seis días. Suficientes para que a sus 61 años siga afrontando una
denuncia por la muerte de dos manifestantes en la revuelta que al final
desembocó en su renuncia. Le faltaron los huevos de Dina que lleva más de
sesenta muertos y sigue muy campante.
Francisco Sagasti:
Presidente por ocho meses. A pesar de las víctimas de paros agrarios e
irregularidades en la adquisición de vacunas, el hombre de 78 años pasa piola y
no pesa sobre él ninguna denuncia.
Pedro Castillo: Gobernó casi
diecisiete interminables meses, suficientes para ser uno de los mandatarios más
inocuos e ineptos en doscientos años de república. Aparte del fallido golpe de
Estado del pasado 7 de diciembre, la acumulación de carpetas fiscales hace que
a sus 54 años lo puedan enjaular de por vida, salvo que en el futuro un
presidente de su misma filiación política y catadura moral le otorgue un
indulto humanitario.
Dina Boluarte: Primera mujer en
sentarse en el sillón presidencial. Lourdes Flores y Keiko Fujimori pudieron
arrebatarle ese privilegio histórico pero se les quemó la banda en el horno.
Piñas. A sus 60 años, lleva poco más de tres meses como presidente y no se sabe
si llegará hasta el 2026 como le corresponde constitucionalmente. De allí le
espera la cárcel porque no se va a escapar de la furia de los caviares. El
exilio no cuenta por delitos de lesa humanidad.
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