

Tres de la tarde del domingo 8 de junio. Para el concierto de El Tri en la Asociación de Caballos de Paso hay tres precios: 100 soles platinum, 50 media caña, 25 populorum. Voy y me topo con cuatro gatos haciendo cola para entrar. “No van a vender entradas y en Jano’s ya se agotaron, quizás en Teleticket”. Ese ‘quizás’ me hace ir al
Wong de California para enterarme que carecen de ese servicio. “Vaya al Wong de
Larco”, me dicen, voy y tampoco encuentro. “Quizás en el
Metro del centro”. Voy al centro y me entero que en Trujillo no existe el
famoso servicio de Teleticket. Desanimado bajo hacia el Jano’s y encuentro que
efectivamente no venden entradas, salvo dos rollizas revendedoras que creo
haberles comprado entradas cuando ha jugado Alianza en el Mansiche. “Tengo
sólo de 25 pero a 30, ¿se anima?”, me incita la más joven y también la más
pendeja. Atraco. Ya que voy a estar al fondo al menos ir temprano. Me aparezco
a las seis de la tarde. Un patín me ofrece a 35 soles su entrada de 50. Reatraco. Le doy
a 20 la entrada que me costó 30 más 15 soles para que atraque también. Entro.
El sol languidece. Una de las tres bandas teloneras que tendré que soportar
toca buenos covers en español. Por siete mangos me vacían una Cusqueña de 620 ml. En un
vaso descartable. Espero, mucho, muchísimo, mientras me tomo seis de esos. Hace
frío. Un viento helado corre por el descampado. ¿Vale la pena sufrir tanto?

En 1998 radicaba en Lima y una noche de
domingo fui de compras al otrora Santa Isabel de Benavides con Alcanfores. La
noche anterior El Tri había tocado en Arequipa y en ese momento en el stand de
cd’s estaba Alex Lora junto con su esposa. Habiendo abordado en pos de un
autógrafo a Facundo Cabral semanas atrás en la puerta de la Embajada Argentina
(dedicado a Madelayne, la flaca que me acompañaba en ese instante), no dudé en
hacer lo mismo y un Lora amable me autografió en la parte no impresa de un
volante anunciando una tocada de su banda en Guadalajara. Al estrechar su mano
y notar su flaccidez (la misma que noté en Pil Trafa de Los Violadores cuando
se presentaron en La Barra en 2006) no pude evitar preguntarle por los miembros
originales y él, sin ocultar su desazón, me dijo escuetamente: “se están
dedicando a otra cosa”. No le creí. Tres buenos músicos no cuelgan así nomás
los instrumentos. Mancera por ejemplo seguía —y
sigue— haciendo música. En
solitario editó el álbum Películas
de muy buenos comentarios en la web.
Diez de la noche. El frío avanza y la cerveza también. Comentan por ahí que Perú acaba de
perder 4-0 contra México. “¡Pinches cabrones!” Cerca de mi ubicación se
encuentra un chaparro barbudo vistiendo una polera de El Tri con la Virgen de
Guadalupe. Elaboro dos versiones: o es mexicano y miembro del staff o es
peruano y le han regalado la polera. Resultó ser lo primero. Su nombre es
Arturo Ramírez, natural del D.F., 34 años aunque aparenta más. Desde el 2005 es
luminotécnico de la banda. Su cordialidad aumenta conforme desfilan los vasos
de Cusqueña.
“Anteayer en Chimbote, ayer en Chiclayo, hoy tampoco paro”. “¿De iluminar?”, le
digo. “No, de tomar” y orgulloso me muestra una botella de José Cuervo que alterna con
los vasos de ron Cartavio
que le ofrecen sus asistentes peruanos. Mientras más larga se hace la espera y
se ha consumido media botella de tequila puro, le comentó mi dolor con El Tri: cambiar
a los originales por los que tocan ahora. “Pos güey, no te imaginas lo que en
mayo fueron los cuarenta años de El Tri, vieras el espectáculo de luces que
preparé para el acto; y no me creerás, en la tocada estuvieron Mancera, Soto y
Labastida, ¡los meros-meros, cabrón!, y todo fue un loquerío”.
A
la medianoche, cuando el alcohol no era suficiente para soportar la demora,
apareció El Tri, no transportado en helicóptero como Mick Jagger o en limosina
como Led Zeppelin, sino en un colorido bus de dos pisos de transportes El Sol.
Minutos más y suben al escenario. Suspiro. En mayo de 1987 los había visto
tocar en vivo por primera vez junto con Kenny y los Eléctricos en el Gran
Chimú. Diez años después se presentaron en el megaevento de Pilsen Trujillo pero yo
trabajaba en Lima y no los vi. Arrancan con un tema de su último disco: Nunca es tarde, como nadie
la conoce, el ambiente permanece tibio. Viene A.D.O. de la última etapa de Three Souls y la
reacción sigue tibia. Somos pocos los
que conocemos sus temas setenteros gracias a que Iempsa —competencia de El Virrey que había editado los tres primeros discos de El Tri— lanzó el disco 15 grandes éxitos.
Con Metro Balderas
la gente estalla. Como un mar incontenible, todos los que pagaron 25 soles
arrasan las barandas y se colocan junto con los que pagaron 50. Es tal mi
excitación que no me importa formar parte de una sola masa. Mientras tanto,
cambiaba el coro de Metro
para decir: “¡Chíngate a tu madre, Hugo Chávez!” y luego lo mismo para Evo
Morales. Llega Agua mi niño
y pienso que la entrada y mi espera está recontra pagada. Nunca antes —ni en video—
había escuchado que El Tri tocara esa canción en vivo, lo cual era un desperdicio
porque es una de las rolas más potentes de su repertorio.

Son
las dos de la mañana. Extirpado el fantasma que tenía adentro, regreso a casa en medio
de la gente. Antes de salir, paso por la mesa de controles donde Ramírez el
luminotécnico continúa agazapado de los controles, borracho como me lo había
anticipado pero no con José
Cuervo pues al irrumpir la gente de popular patearon la botella y
su fino tequila ahora serviría como pasto para los caballos. “Te gustó el
concierto —dijo al estrechar mi
mano—, pos sino les digo que
lo repitan”… Cualquier día de estos, maestro. Cualquier día.
3 comentarios:
muy bueno el blog, Juan Pablo Peralta
www.portaldelperiodista.blogspot.com
a el tri?
no será a+el=al?
al tri?
bueno el nombre de la banda es El Tri, entonces decídete porque en varias partes solo escribes el Tri, empezando por el título cholo alfieri
...ya no quiero q seas mi chava es mejor para los dos...es lo mejor para los dos...es lo mejor uuuuuuhhhhh.....o.....oye cantinero sirvame una copa por favor, quiero estar borracho quiero sentirme de lo peor pues la mujer q quiero con otro fue a parar....
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