El término ‘cómic’ parece por su nombre enfocado a las historietas escritas y dibujadas con la intención de hacer reír al lector. Sin embargo, más prolíficos son los cómics de acción, entregándonos muchas veces verdaderas obras maestras que pueden competir sin complejos con las grandes tramas del cine o de la literatura universal. En el presente post me he tomado la libertad de subdividir el cómic de acción en distintas categorías:


3. HORROR: Historietas de espanto, apropiadas para leer de noche, con una lamparita en la mesa de noche y la casa entera a oscuras. Cuentos de la Cripta, revista editada por William Gaines para la EC Comics en la década de 1950 fue la iniciadora. La edición mexicana —y difundida en toda América Latina— corrió a cargo de Editorial La Prensa y sus historias, más que escalofriantes, te dejaban pensando. De las que leí en mi niñez me queda la de la mujer que seduce hombres y luego se transforma en un araña gigante presta a devorarlos; la del hombre que se queda encerrado en una caja fuerte; de la casa que nadie podría derribar hasta que el último heredero de una familia falleciera; la del bebé extraterrestre que aullaba en el pantano...

5. SUPERHÉROES: Sea en el presente o en civilizaciones del futuro, los personajes son sujetos provistos de poderes extraordinarios. En un principio se enfrentaban con villanos comunes y corrientes, luego con nazis y japoneses, científicos chiflados o con supervillanos también provistos de poderes y que muchas veces resultan más simpáticos que los propios superhéroes. Si bien existen una infinidad de superhéroes en el universo del cómic, destacan los de la DC Comics y su archirrival la Marvel Comics. DC Comics agrupa a Superman de Joe Shuster y Jerry Siegel (1937); Batman de Bob Kane, que si bien no posee ‘superpoderes’, pertenece igual a la colla de los Superamigos, al igual que el rosquetón de Robin; Flash de Gardner Fox y Harry Lampert (1940); Linterna Verde de Bill Finger y Martin Nodell (1940), que curiosamente no ha sido una sola persona, sino muchas que se van calzando el anillo (el actual es un grone); Marvila de William Moulton Marslton (1941), conocida como ‘Mujer Maravilla’ a raíz de la serie con Linda Carter; Aquaman de Paul Norris y Mort Weisinger (1941); Flecha Verde de Mort Weisinger y Gregg Papp (1941); entre otros. Marvel Comics agrupa a Capitán América de Jack Kirby y Joe Simon (1941) —en los tiempos que la Marvel se llamaba Timely Comics—, el patriota que luchó primero contra los nazis y luego contra la amenaza comunista; Los Cuatro Fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby (1961), que agrupa a Reed Richards, Sue Storm, Johnny ‘llamas a mí’ Storm y el ‘guapo’ Ben; El Hombre Araña de Stan Lee y Steve Ditko (1962), mi héroe, mi causa, mi chochera, no hay otro como él; El increíble Hulk de Stan Lee y Jack Kirby (1962); Thor de Stan Lee y Jack Kirby (1962), basándose en el dios de la mitología escandinava; Iron Man de Stan Lee y Jack Kirby (1963); X-Men de Stan Lee y Jack Kirby y toda su tracalada de Mutantes, entre buenos y villanos, destacándose nítidamente la figura de Wolverine; Daredevil de Stan Lee —qué pesado— y Bill Everett (1964); entre otros. Entre los años 1986-1987, la DC Comics publicó Who Watches the Watchmen? de Alan Moore, oscurísimos personajes al servicio del gobierno norteamericano de ¡Richard Nixon! Con ellos los superhéroes no volvieron a ser los mismos.

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