Este
post es un apéndice de gaseosas que ya no
beberemos, fruto de mi nostalgia por uno de mis hobbies infantiles:
coleccionar chapitas (1), llegando a atesorar unas trescientas de gaseosas,
cervezas y un par de Vinagre Venturo
(2). He aquí un recorrido por las diversas aguas de mesa y cervezas que por diversos
motivos salieron de circulación.
De
mocoso odiaba las aguas de mesa. Me sabían a jarabe con gas y me resultaba
intragable. Les agarré el gusto de veinteañero, convirtiéndola en aliado para
aminorar la resaca. Todavía soy reticente a pagar por una botella de agua
sin gas, en parte porque soy tacaño y en parte porque soy de la generación que
creció tomando agüita ‘San Caño’ y no
nos hizo daño alguno (aún hoy no le hago ascos a meter mi hocicazo en el
lavatorio). No tengo registro del momento en que comenzaron a embotellarse
aguas minerales en el Perú. Supongo que el negocio vino de Francia
donde aguas como Perrier, Evian o Vittel gozan de bastante acogida. Tampoco sé cuál fue la marca
pionera y por qué en un principio las asociaron con nombres de santos, posiblemente
por sus atributos benévolos para la salud.
En Trujillo, Enrique
Cassinelli e hijos envasaban SAN JOSÉ,
cuyo isologo, en letras celestes, permanecía dentro de un trapecio en la base. Se
mantuvo vigente hasta que la empresa fue absorbida por los Murgia. Hoy los
Cassinelli envasan la marca Aguafiel en
bidones para empresas. SAN LUIS,
marca líder del segmento. Galardonada en 1981 por su pureza en Bruselas
(3) y cuyo eslogan fue uno de los más emblemáticos de esa década: “¡Ah y no se
olvide... no es mineral!” (que jamás pude comprender). De ser una marca de
la embotelladora de Pepsi, pasó en 1999 a engrosar el grueso de
marcas de The Coca-Cola Company. SAN
MATEO, aparentemente la única proveniente de un manantial ubicado a
tres mil metros de altura —beber para creer— por lo que costaba un poquitín más
que la demás. En la década de 1990 fue absorbida por la Backus &
Johnston. SAN CARLOS, marca
natural de Chiclayo, de Bebidas La Concordia. Hoy es producida por
Ambev Perú pero como otros ‘santos’ que todavía subsisten, carece de
protagonismo en el mercado. SAN ANTONIO
de Corporación Lindley. Gracias a la campaña publicitaria ideada por
Quórum —“San Antonio, dejó a los demás santos en capilla”— logró un crecimiento
acelerado en la década de 1990, sobre todo en su presentación en bidones.
A raíz de la fusión de Lindley con The Coca-Cola Company, la marca perdió peso
ya que toda la relevancia se enfocó en San Luis. JESÚS (4), elaborada por una envasadora arequipeña en la década de
1970, que no apostó por ningún santo, sino por el mero-mero, por el dueño del
circo, por el hijo de Dios. Si bien se distribuyó con regular éxito en el
sur del país, no cumplió con el prodigio de mantenerse en el mercado. Murió
y no resucitó. SELVA ALEGRE fue
la única marca de las añejas que no tuvo nombre bendito. Su chapita era azul
oscuro y aparecían dos niños —¿niño-niña?— nativos de la selva. Dejar la imagen sacra
de lado se acentuó en la década de 1980 por la tendencia de ponerse en
forma, mantener una vida activa, acudir a gimnasios, etc. Aparece MANANTIAL con Lourdes Mindreau como
modelo, antes de interpretar a la ‘Pies Dorados’ en La Ciudad y los Perros, y SELTZ
de Corporación Lindley, con su publicidad plagada de chiquillas blondas y
con mallas, haciendo aeróbicos. Estas marcas —hoy extintas— son las
predecesoras de Cielo (Aje), Cristalina (Backus), Dassani (Lindley), Socosani (arequipeña), etc (5).
Mi idilio con el fermento
de cebada empezó a mis doce años. No fue con Pilsen Trujillo como sucede con el 90% de los trujillanos, sino con
San Juan, la cerveza de Pucallpa. ¿La
razón? Por la edad que tenía y por querer ser más agrandado, a un grupo de
rapaces como yo se nos ocurrió que la mejor forma de libar era amparados en la
oscuridad de una sala de cine y la única marca que encontrabas en Trujillo en
lata (6) —no ibas a meter una botella de 620 ml.— era la San Juan que venía
en dos presentaciones: una lata dorada que era más amarga, y una azul que era más ‘light’.
Desde esos días que no he vuelto a tomar esta marca del Oriente
Peruano, en donde creo tampoco es muy popular. En Iquitos por ejemplo,
prefieren Iquiteña que no he tenido oportunidad
de probar (7). De las marcas peruanas de hoy, me quedo con Pilsen Callao y con Pilsen Trujillo
(8). Nunca me gustó la Cristal
(media dulcete para mi gusto) y la Barena
y la Peroni no me atraen. Me agrada
la Arequipeña —imposible de
encontrar en Trujillo— y la Cusqueña, nuestra
cerveza premium, que es rica pero empalagosa. La Quara es un bicho raro —afrutado— a la que no le auguro futuro.
De las cervezas de Ambev, tomaría una Zenda
como último caso (jamás una Brahma),
y de las de Aje, me agrada Franca,
que deberían distribuir y promocionar más (no he probado, ni creo que pruebe, Caral, su precio tan bajo me hace
dudar de su calidad).
Mi recuento de cervezas que
no se embotellan más principia en Lamabayeque. Cervecería del Norte —propiedad
de Backus & Johnston— elaboró GARZA
BLANCA, cuyo isologo era una garza de ese color de perfil dentro de un círculo
rojo. La cerveza era tan mala que ni los mismos huerequeques la tomaban. En
1979 el nombre de la marca mutó a GARZA
REAL y logró tener cierta presencia a nivel nacional, con conceptos publicitarios
como: “El sabor del fin de semana” y posteriormente “¡Sécala!” De esta cerveza
no tengo buenos recuerdos. Se decía que su baja calidad se debía al agua de
Motupe, que no es tan bendita como la Cruz de Chalpón. Con ella me pegué una
mala borrachera en los carnavales de Cajamarca de 1992, acentuada porque los
cajachos tenían la pésima costumbre de tomar cerveza ‘al tiempo’ (menos
mal que las nuevas generaciones han aprendido a tomarla helada). A fines de la
década de 1990 el nombre de la marca se redujo a REAL pero poco favor le hizo para evitar su desaparición final. DELL MEN, cerveza ochentera,
machista desde su nombre, dirigida al sector popular. En la campaña de
lanzamiento aparecía una hembra de figura exuberante y mirada felina, cuya
voz ronca y sensual te invitaba a “probarla”. DANKER, de la extinta Compañía Nacional de Cerveza a fines de
la década de 1980 dirigida al público juvenil. Su jingle decía: Suave y ligera, es la cerveza de la juventud.
A principios de la década siguiente, la campaña consistió en burlarse de ‘la
chela vieja’ (representada por Mabel Duclós) en clara alusión a Cristal. La
Backus no tuvo correa y denunció estos recursos publicitarios con sendos
comunicados televisivos en contra de la CNC, conminándoles a que no hicieran
una campaña tan ‘desleal’. La venganza de los ofendidos se consumó en 1994
cuando adquirieron la CNC y sacaron a Danker del mercado. BREMEN, lanzada por Backus a mediados de 1998. Marca que retomó la
botella verde, como hace años era la Pilsen Callao, al estilo de Heineken o Carlsberg. Fue la primera en contar con el sistema ‘twist
off’ para destapar la botella. Quórum —en ese entonces la agencia publicitaria
más creativa— se le ocurrió posicionarla bajo el concepto: “No será la más
popular... felizmente”, como queriendo decir que sería exclusiva y no masiva,
para un público selecto. La publicidad funcionó demasiado bien, Bremen nunca
fue popular ...y por eso salió del mercado al año de su lanzamiento. CÓNDOR, cerveza que le puso sabor al
verano de 1993. Dicen que la aparición de la marca se debió a un error de
la CNC al elaborar Pilsen Callao, chantándole 6% de volumen alcohólico en vez
del 5% convencional, por lo que tuvieron que crear una marca alterna para
evitar que toda la producción se fuera por el drenaje. Bajo el concepto: “Toma
la vida con ganas”, fue un éxito total ya que te embriagabas rápido y con menos
plata. Seguro por eso, la marca no sobrevivió a la temporada estival. DORADA, más que una marca, una
estrategia de marketing. Apareció en el verano de 2005 justo cuando Ambev
ingresaba al mercado y hablaba de lanzar una cerveza de menor costo pero
no anunciaba la marca. Backus aprovechó la vacilación y lanzó Dorada —con
colores sospechosamente similares a Brahma— y cumplió su objetivo de
generar confusión, restándole impacto al lanzamiento oficial de Brahma al
mercado. Desapareció a mediados de ese año. DÚO de Cervesur —uno de sus magros manotazos de ahogado antes de sucumbir ante la omnivoracidad de Backus— y que decía que no era cerveza, sino una bebida
refrescante con cierto gustito a limón y de bajo contenido de alcohol. Fue
lanzada en el verano de 2000 con unos spots radiales que eran llamativos como
el de la momia egipcia que hablaba como mulato caribeño. La poca costumbre de
beber cervezas cítricas hizo que el producto desapareciera a pocas
semanas. LA NORTEÑA de la
Sociedad Cervecera de Trujillo. Elaborada entre las décadas de 1970 y 1990. Sus
colores eran letras azules en fondo rojo, inverso a Pilsen Trujillo de fondo
azul y letras rojas. En su etiqueta bastante colorida destacaba la presencia de
una bailarina de marinera (acaso mochera). Nunca entendí porque se dilató tanto
tiempo en el mercado ya que su presencia en bares y bodegas era escasa y seguro
su producción también era limitada. Sólo una vez me la ‘pegué’ con La
Norteña, en una fiesta en la urb. Primavera organizada por las chicas de quinto
año del colegio La Inmaculada, en el lejano 1989. Memorable porque eran tiempos
de leva y tuvimos que corrernos a la salida de los milicos, hambrientos de
carne de cañón.
03. LA NEGRA QUE TE PONE SICALÍPTICO
03. LA NEGRA QUE TE PONE SICALÍPTICO
Tendría unos ocho años
la primera vez que probé una cerveza negra. Cada vez que iba con mi papá a
una picantería, pedía una MALTINA, cerveza
negra de Backus que debía su nombre al envase —presumo de 350 ml.—, para acompañar
el cebiche o el sudado. Mi viejo, básicamente abstemio —la única
vez que lo vi zampado fue tras un reencuentro con compañeros de su colegio—,
bajaba el efecto alcohólico mezclándola con Sprite y me daba de beber
convencido de que sin exceso era una bebida tonificante. La fidelidad de marca
de mi padre hacia Maltina se mantuvo a lo largo de los años (9), cuando
desapareció del mercado nunca más volvió a tomar cerveza negra. Por supuesto el borracho
de su hijo sí. MALTA SANSÓN,
por muchos años la cerveza negra de Backus. En chapa y etiqueta aparecía
el ‘Hércules Bíblico’ derribando las columnas del templo de los filisteos. Su
eslogan era: “La negra firme que te pone firme”. En la década de
1990, Backus lanza MALTA MORENA que
al igual que la Sansón tenía 6% de volumen alcohólico. EXPORT CALLAO, primera malta de la CNC. Su logotipo era de letras
rojos con filamento amarillo dentro de un óvalo negro. El isotipo era una mujer
espigada de raza morena. En la década de 1990, CNC lanza MALTA POLAR, “la negra que te pone oso”, con un oso polar
como símbolo y con los mismos colores de marca que Pilsen Callao. Hoy el nombre
de la marca ha mutado a PILSEN POLAR
sin importar que ‘pilsen’ en realidad sea un tipo de cerveza rubia
(8) que nada tiene que ver con malta. Sociedad Cervecera de Trujillo elaboró dos
marcas de cerveza negra: MALTA
TRUJILLO, cuya chapa era dorada y su etiqueta idéntica a la de Pilsen,
salvo por las letras blancas en fondo negro y MALTA PANTERA en 1995 de efímera duración. La única marca que
ha sabido mantenerse a lo largo de los años es MALTA CUSQUEÑA y por eso es considerada la mejor de todas.
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(1) Las chapas, o ‘corcholatas’ como las llaman los mexicanos, fue un hobbie heredado de mi viejo y lamentablemente luego depredé su colección. No sólo tuve de marcas lorchas, también extranjeras, incluso mi primo Tito nos trajo varias de los Estados Unidos. Entre las ‘rarezas’ que mi padre había conseguido habían dos chapitas de Coca-Cola de diseño diferente y de letras de color VERDE por lo que él aseguraba que eran ‘italianas’.
(1) Las chapas, o ‘corcholatas’ como las llaman los mexicanos, fue un hobbie heredado de mi viejo y lamentablemente luego depredé su colección. No sólo tuve de marcas lorchas, también extranjeras, incluso mi primo Tito nos trajo varias de los Estados Unidos. Entre las ‘rarezas’ que mi padre había conseguido habían dos chapitas de Coca-Cola de diseño diferente y de letras de color VERDE por lo que él aseguraba que eran ‘italianas’.
(2) Mi padre despreciaba estas dos chapitas, una de fondo
blanco para vinagre del mismo color y otra roja para vinagre tinto, pero yo me
empeciné a conservarlas.
(3) Tuve en mi colección una chapita dorada de San Luis,
emulo de la medalla de oro obtenida en Bélgica.
(4) Tuve una chapita de Jesús en mi colección, de letras
de azul intenso, casi añil.
(5) Otra marca reciente es Aquamiel, envasada en Trujillo
por la familia de mi querido Joseff Amiel. A fines de 2007, en el curso de
Proyecto Profesional, junto con Daniela Cánovas le diseñamos una nueva
identidad de marca partiendo de su ventaja diferencial: ser la única ozonizada
en el mercado. Llamamos la campaña “O3”.
(6) Las latas de cerveza o gaseosa eran efectivamente de
‘lata’. Recién en la década de 1990 aparecieron en el Perú los envases de
aluminio.
(7) Espero que mi querido Dash cumpla con su ofrecimiento
de traerme una Iquiteña en su próxima temporada en Maynas.
(8) A pesar que el sabor ya no es el mismo.
Backus cerró la planta de Trujillo, ubicada en la Avenida El Ejército, en 2005
y hoy se envase con agua de Motupe.
(9) Sociedad Cervecera San Juan tuvo la patente para
envasar Maltina en lata (era blanca con ribetes rojos y el logotipo en letras
blancas con un fondo negro colocado en diagonal), pero mi padre siempre le hizo
ascos a esta versión pucallpina.
(10) La palabra ‘pilsen’ debe su nombre a Plzeň, ciudad checa famosa por
su cerveza (para muchos la mejor del mundo).
9 comentarios:
Anotaciones sueltas:
Selva Alegre es el agua mineral más salada que he probado, y por eso la que más me ha gustado. Nuevamente, eso en Iquitos.
Ahora, en honor a la verdad, en Iquitos le hacen un asco increíble a la Iquiteña. Algunos amigos me han dicho que es puro complejo: a pesar de lo que se piensa, el charapo prefiere lo de afuera. La cerveza reinante en "la capital ecológica del Perú" es Pilsen Callao, y recientemente Backus está metiendo Cusqueña y, muy a la fuerza, Cristal.
Volviendo a Iquiteña, los malhablados dicen que sabe a orina. Falaz, pero es una cerveza algo pesada. Por otro lado, Amazónica, su marca hermana, es una de las cervezas más ricas que he probado. Te traeré una de cada una para que pruebes.
bueno como responder el comntario de DAVID la CERVEZA IQUITEÑA no sabe a pichi lo que sucede es que esta cerveza se isi mas para gustos europeos y como el loretano no estaba aconstumbrado a este sabor de cerveza le resulto un poco desagradable ademas de eso la fuerte contra campaña que vien sufiendo esta empresa por parte de la competencia es debastadora. pero IQUITEÑA si tien un buen sabor, Bueno y ni que hablar de CERVEZA AMAZONICA tiene un agradable sabor y lo mejor de todo es que no deja resaca ni los otros malestares de la borrachera la recomiendo, por otro lado hace una seman se lanzo FRANCA en Iquitos la probe y la verda que tiene un sabor parecido ala IQUITEÑA de muy buen sabor. www.deiquitossu.blogspot.com
En tu recuento de aguas de mesa faltó una comercializada en tu Trujillo y desaparecida hace casi veinte años: San Javier. Era fabricada por Cía Industrial Nor Peruana S.A., propiedad de la familia Málaga y embotelladora también de Chan Chan(cuyo logotipo era un triangulo rojo con las puntas redondeadas, y las figuras de las ruinas en la parte superior e inferior del triángulo). Y si no me equivoco, en Trujillo continuó la producción de Bidú Cola hasta finales de los 80. Enrique Cassinelli e Hijos S.A. perdió la licencia de las marcas de la trasnacional Cadbury Beverages(Crush, Canada Dry y Bidú) en los 90 pasando a ser luego embotelladora de las marcas del grupo Lindley hasta que esta se fusionó con la Coca Cola en todo el Perú. Más bien, sácame de una duda:alguna vez hubo en Trujillo una gaseosa llamada CASTILLA?
Gracias, DrRockas por el recuerdo. Efectivamente, la familia Málaga, poseedora de la franquicia de Coca-Cola en Trujillo embotelló Chan Chan (sabores Fresa y Piña, cuyo logotipo era rojo con frisos de Chan Chan) y San Javier cuyo logotipo también era un triángulo de vértices redondeados pero de color azul y el San Javier estaba colocado de manera diagonal en forma de una banda. No creo que en Trujillo se haya seguido envasando Bidú "la morena rebelde" hasta fines de los 80's y es novedad para mí una marca llamada Castilla. Prometo averiguar con los viejos gaseoseros.
Saludos.
La morena rebelde continuó fabricandose en Tacna hasta finales de la década de los 90 por Parodi S.A., fábrica cuyas marcas de bandera eran Kolín Kola(la Kola Inglesa de los tacneños) y BUL(la Inca Kola ídem). Otras gaseosas que siguieron fábricandose en el interior fueron IQ, Beat y el agua de mesa Manantial, que eran producidas también hasta finales de los 90 por Cía de Gaseosas Huánuco S.A.
Para terminar algunas preguntas:
Sabes en que año desapareció del mercado la cerveza La Norteña?. En Lima nunca la vi, pero sí llegue a ver la Malta Trujillo, sobre todo un comercial de 1987 del cual tengo recuerdos muy vagos, apenas recuerdo el slogan: cerveza Malta Trujillo...es PURA VIDA!. Te acuerdas como era o de que trataba?.
Porsiaca, te agregué como amigo en el Facebook. Conozco gente que anda metida en la onda nostálgica ochentera como tú y podemos intercambiar bastante información sobre marcas del ayer, sobre todo las que casi nadie recuerda.
La verdad que no hay mejor cerveza que la Pilsen Trujillo, es la más rica y la de mejor sabor.Y no solamente es mi opinión sino también la de muchos limeños que luego de lanzarse la cerveza en Lima resultó siendo una de las favoritas, sino miren las cifras. http://jalayo.blogspot.com/2007/11/pilsen-trujillo-realiz-el-lanzamiento.html
Para mí la cervezq que todos los peruanos debemos beber por su sabor tradición y por toda su historia es Cristal. Me parece que es la cerveza que mejor desarrolla el mkt , publicidad y aparte tiene un nivel de calidad superlativo.Miren este link que encontré acerca de Cristal.
Muy bueno.
http://es.wikipedia.org/wiki/Cerveza_Cristal_(Per%C3%BA)
Como dice el dicho en gustos y sabores no mandan los autores. En esta blog cabe decir que sucede lo mismo. Hay gran variedad de cervezas y cada una esta dirigida a un publico diferente de gente.Es todo lo que puedo decir.
Por ultimo ya que veo que aca hay mucha gente que se anima a dejar enlaces miren los siguientes que son muy buenos.Los lei y me parecieron muy interesantes como para recomendarselos a los demas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Uni%C3%B3n_de_Cervecer%C3%ADas_Peruanas_Backus_y_Johnston
http://www.historiacocina.com/historia/cerveza/peru.htm
1) Bremen su lanzo en 1997, pero no fracaso por lo q tu dices, sino por su poca o casi nula distribucion, si querias tomarla, no la encontrabas
2) Duo se lanzo en la primavera de 1999 y no era ni cerveza ni refresco, casi como la Quara
3) HUbo otra bebida q no era cerveza pero q era vendida como tal, producida por Aje, no recuerdo el nombre de hace 6 o 7 años, creo q solo la vendian en Tottus
4) Entre otras bebidas alcoholicas (mejor dicho quimicas) tambien hay q mencionar a Punto G y K-lethon. Punto G tambien tuvo su competencia XXX
5) Otra malta q aparecio en los 90s fue Morena
6) Otra bebida q aparecio hace unos 4 años fue Kas, la q solo habia en arequipa
7) En 1993 se produjo la comentada guerra de las cervezas y se hacia la prueba ciega en algunas esquinas, por supuesto yo era caserito, lo increible es q la gente no se animaba, si ahora se hiciera la misma prueba, habria cola de 3 cuadras. A raiz de esto aparece las botellas de a litro mas conocidas como Margarito y Atahualpa
Lobito
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