Estos cuatro años de gobierno aprista prácticamente no se han sentido. Escandaletes como la masacre de Bagua, los petroaudios, la compra de ambulancias, patrulleros y tanques chinos, etc., son moco de pavo en comparación a las barbaridades cometidas por este mismo equipo de apristas dos décadas atrás. Que el pueblo otorgara una nueva oportunidad de gobierno a quienes representan de lejos el regimen más inepto de la historia, hizo que yo me prometiera no interesarme, casi autoexiliarme, del acontecer politico. Sin embargo, vale reconocer que Alan en este segundo mandato ha hecho las cosas mejor de lo que imaginé, no ha depredado el erario nacional lo cual es mucho. Ojalá siga así y no nos salga en los meses que faltan con alguna de sus añejas brutalidades.
A. LOS NO CANDIDATOS (es decir, los que quisieran estar en el partidos pero no lo harán por temor a quemarse). El Oficialismo sera el primer gran ausente. Al igual que Perú Posible en las elecciones pasadas, es probable que el Apra no presente candidato. Ninguna encuesta realizada a la fecha menciona a algún miembro de la cúpula aprista. Es una lástima. Es como si Italia no lograra clasificar al Mundial de Sudáfrica para defender su corona. Semejante W.O. nos impedirá conocer el porcentaje de popularidad con el que se marcha el régimen actual. Fuera de Alan, no existe en el partido de la estrella otra figura presidenciable. El escándalo de los petroaudios ha puesto a Del Castillo en la congeladora, al igual que ‘Bloody’ Meche tras el Baguazo. Los continuos escándalos de Alva —desde patrulleros fraudulentos hasta auspicio de cantantes criollas— ya lo quemaron de antemano. Lucianita es la hija de su padre. Mulder (perro de presa de los apristas) y Quesquén no pueden tomarse en serio. ¿Quién les queda entonces? Alan y solamente Alan. Alan es el Apra y los esfuerzos del partido estarán puestos en los comicios de 2016. No sería raro que soportemos al sinvergüenza barrigón-tetón por tercera vez. Su participación en 2011 será semejante a la de 1990, intrigando y conspirando para que resulte elegido el candidato que se ajuste mejor a sus futuras aspiraciones (¿Keiko podría ser?). Mientras Alan tenga ganas, el Apra que nunca muere, no morirá. Lourdes Flores debe ser la segunda gran ausente, segura de que en su caso a la tercera no va la vencida. Al igual que Bedoya en su momento, es consciente que su lugar en el podio es el tercero. Nunca —ni arañando— llegará al segundo escalafón. Qué pena porque la tía me cae simpática. Tuve la oportunidad de entrevistarla en 1998 cuando se debatía en el Congreso la Paz de Itamaratí y ella, a pesar de ser de la Oposición, votó a favor de lo que su conciencia la dictaba. Con esa actitud me ganó como votante en los comicios de 2001 y 2006, a pesar de que su mensaje, la gente que la acompañaba y su look de profesora de primaria no la ayudaban. Alan se la supo almorzar en ambas oportunidades. Lulú es una Buena y una pésima candidata a la vez. Ni los mejores planes de gobierno son suficientes si se carece de arrastre popular. Su mira parece puesta en la alcaldía de Lima, buena vitrina para luego volver a intentar las presidenciales; pero cuidado, Bedoya intentó lo mismo en 1986 y al quedar tercero (siempre tercero) se despidió de la política.
B. LOS SHOULD I STAY OR SHOULD I GO (o sea los indecisos, los que sueñan con la banda presidencial y lo hacen rochosamente público, pero dudan en lanzarse o no). Alejandro Toledo ganó en 2001 no sólo por su buen eslogan: “Toledo Trabajo”, sino porque le robaron las elecciones de 2000 y la gente le retribuyó en las ánforas su lucha tenaz en contra del fujimorismo. Sin embargo, toda su popularidad se fue diluyendo por su reputación de relajado y parrandero, beodo y pipiléptico. También por las andanadas de Eliane y por no reconocer a Zaraí (tema que fue su espada de Damocles). Sea por ineptitud o por racismo, su imagen se vio constantemente vapuleada por sus detractores, tanto que con apenas 5% de aceptación fue un milagro que acabase su mandato. Sólo cuando estuvo a punto de irse, le reconocieron el crecimiento económico, el inicio de las obras de la carretera interoceánica Perú-Brasil, la explotación del gas de Camisea, el TLC con Estados Unidos, el programa Mivivienda, o que en La Libertad —territorio aprista— ampliara el aeropuerto y asfaltara la pista a Otuzco (más de lo que el partido de la estrella ha hecho jamás por esta región). Mis amistades me tildan de hereje cuando afirmo que el cholo fue el mejor presidente peruano que vi en mis treinta y ocho años de vida (desde Morales Bermúdez al segundo Alan). Me refutan asegurando que sólo se limitó a continuar los lineamientos del Fujimorato y que sus éxitos no fueron propios sino iniciativas de otros que gobernaron por él. Sus argumentos refuerzan mi punto de vista. Si el lorcho era incompetente, tuvo entonces la habilidad para rodearse de un equipo capaz, y si emuló lo positivo de Fujimori, rompió con la tradición infame de todos nuestros mandatarios: ningunear las buenas obras de sus predecesores y volver a foja cero. No me caben dudas que el cholo quiere volver a lanzarse, pero su poco carisma es un handicap insalvable. César Acuña, además de promotor universitario de éxito, le arrebató la alcaldía de Trujillo al Apra y sus obras como burgomaestre —sin ser gran cosa— son cualitativamente superiores a las realizadas por los apristas en veintiséis años de administración continua (aunque deberá responder por qué pistas recién asfaltadas lucen agujereadas con tan sólo dos días de lluvia). El chato cuenta con universidades en puntos estrátegicos del país, con un equipo de fútbol competitivo, pero aún así carece de protagonismo, de tribuna nacional, y de aquí a 2011 le resta poco para obtener la popularidad que necesita. Si bien en la carretera a Cajamarca he visto pintas que lo lanzan a la presidencia nacional, lo más seguro es que Acuña se repliegue e intente la presidencia regional y hacerla una buena palestra, como fue el caso de Yehude Simmons (quien cometió el error de recibir un premierato que estaba cantado reventaría como fusible recalentado). Jaime Bayly es el abanderado de este ítem. Es el único posible candidato a quien su canal y auspiciadores le pagan por hacer su propia campaña proselitista a través de su programa. Pero, ¿llegará a lanzarse? Y de hacerlo, ¿podrá llegar a la segunda vuelta? Difícil. Personalmente me cae bien, lo considero lúcido e inteligente. Podría —por qué no— ser buen presidente, pero no creo que llegue a serlo por diversos motivos. Primero, por farandulero. Segundo, por conflictivo (hasta cierto punto infidente y desleal con sus familiares y amigos). Tercero, por su vida licenciosa (para hipócritas y cucufatos llamen a los peruanos). Cuarto, por más que oportunamente haya ventilado su relación con una ninfa de veintiún años, nadie le quita el sambenito de ‘cabro’ que él mismo ha enhebrado. Yo no me considero homofóbico pero vivimos en una sociedad homofóbica que dudo mucho el agrade tener al primer mandatario públicamente gay de la historia. Bayly debe ser consciente que una mínima contracampaña es suficiente para derribarlo, por eso usa su programa televisivo como termómetro (como medidor), pero ojo, debe saber distinguir lo que es rating y lo que es porcentaje electoral.
C. LOS FIJOS (quiéralo o no el Perú, ya están en campaña). Ollanta Humala casi logra la presidencia en 2006, gracias a que la Izquierda (un tercio histórico del electorado peruano) cerró filas con él y contó, además, con un excelente eslogan: “Amor por el Perú”, con claras reminiscencias peloteras (al Chorri Palacios). Tuve la oportunidad de conocerlo personalmente en agosto del año pasado en Cajamarca. Nos encontramos en las escaleras del Portal del Marqués —hotel en el que nos hospedamos los profesores de la UPN— y él me saludó amablemente, como si me conociera. Yo respondí el saludo pensando que se trataba de algún colega y recién cuando estuve en la puerta de mi habitación reparé que se trataba de él. Ya en la noche tuve la oportunidad de abordarlo en el comedor del hotel y quedé gratamente impresionado por su humildad y deferencia. Conversamos veinte minutos de forma coloquial (nada que ver con el cachacote de modales cortantes), confiándome que estaba iniciando su campaña presidencial en Cajamarca porque es una tierra muy querida por la ‘doña’ (refiriéndose a su esposa, Nadie Heredia, quien no lo había acompañado en el viaje). Hoy, aparece con discreto 6% en las encuestas y sus probabilidades electorales van a depender mucho de su capacidad para aglutinar a la Izquierda como lo hizo en el proceso anterior, porque el cajamarquino Marco Arana emerge como un candidato mejor preparado y con mayor carisma. El arrastre del padre Arana —con similitudes con el paraguayo Lugo— todavía no se hace sentir. Habrá que observarlo con mayor detenimiento en los meses que vendrán. Keiko Fujimori, puedo vaticinar que es bolo fijo en la segunda vuelta. El fujimorismo representa hoy por hoy un 20% del electorado, muchos de ellos convencidos de que su padre fue lo mejor que le pudo pasar a este país. Posiblemente el Chino pudo gobernar bien de 1990 a 1995 (con autogolpe incluido), pero tras ser reelegido se creyó omnipotente y se dejó llevar por el despotismo y la corrupción, lo cual invalida sus contados logros. La propia Keiko no cuenta con notorios pergaminos. Fue la congresista más votada en los comicios anteriores, pero su labor a la fecha ha sido bastante discreta, quizá la menos destacable de toda su bancada. Me temo que la chica sólo es pura sonrisa y que en el fondo carece de criterio y de voz y voto (¿alguien le ha escuchado alguna vez un speech medianamente decente?). Yo no votaría por ella porque considero que sería votar por la impunidad de los crímenes cometidos durante el gobierno de su padre. Fujimori pacificó el país, solucionó los problemas limítrofes con Ecuador e impulsó el crecimiento económico, pero a cambio pagamos la pérdida de valores, el envilecimiento social y el embrutecimiento de las nuevas generaciones que ya tienen derecho a sufragar y no saben en donde están parados. Tengo, además, la impresión de que Keiko es una marioneta con arrastre popular. No quiero imaginar que oscuros Montesinos podrían gobernar a través de ella. Luis Castañeda, otrora mandamás del fenecido IPSS (Instituto Peruano de Seguridad Social) y hoy alcalde de Lima. Se reconoce que chambea con perfil bajo, sin muchos aspavientos. Sus obras de infraestructura en la capital hoy lo colocan favorito en las encuestas, cinco puntos por encima de Keiko. Sin llegar a convencerme del todo, es el candidato que más me llena el ojo, hoy, febrero de 2010, pero quien sabe, todavía falta mucho y todavía hay cabida para algún —necesario— outsider.
Respirándose ya el ambiente electoral de 2011, me atreví a realizar un personalísimo análisis de los ya anunciados y posibles candidatos presidenciales. Como la recolección de firmas no se cierra todavía, es probable que la cifra de postulantes supere a los veinticuatro que postularon en 2006.
A. LOS NO CANDIDATOS (es decir, los que quisieran estar en el partidos pero no lo harán por temor a quemarse). El Oficialismo sera el primer gran ausente. Al igual que Perú Posible en las elecciones pasadas, es probable que el Apra no presente candidato. Ninguna encuesta realizada a la fecha menciona a algún miembro de la cúpula aprista. Es una lástima. Es como si Italia no lograra clasificar al Mundial de Sudáfrica para defender su corona. Semejante W.O. nos impedirá conocer el porcentaje de popularidad con el que se marcha el régimen actual. Fuera de Alan, no existe en el partido de la estrella otra figura presidenciable. El escándalo de los petroaudios ha puesto a Del Castillo en la congeladora, al igual que ‘Bloody’ Meche tras el Baguazo. Los continuos escándalos de Alva —desde patrulleros fraudulentos hasta auspicio de cantantes criollas— ya lo quemaron de antemano. Lucianita es la hija de su padre. Mulder (perro de presa de los apristas) y Quesquén no pueden tomarse en serio. ¿Quién les queda entonces? Alan y solamente Alan. Alan es el Apra y los esfuerzos del partido estarán puestos en los comicios de 2016. No sería raro que soportemos al sinvergüenza barrigón-tetón por tercera vez. Su participación en 2011 será semejante a la de 1990, intrigando y conspirando para que resulte elegido el candidato que se ajuste mejor a sus futuras aspiraciones (¿Keiko podría ser?). Mientras Alan tenga ganas, el Apra que nunca muere, no morirá. Lourdes Flores debe ser la segunda gran ausente, segura de que en su caso a la tercera no va la vencida. Al igual que Bedoya en su momento, es consciente que su lugar en el podio es el tercero. Nunca —ni arañando— llegará al segundo escalafón. Qué pena porque la tía me cae simpática. Tuve la oportunidad de entrevistarla en 1998 cuando se debatía en el Congreso la Paz de Itamaratí y ella, a pesar de ser de la Oposición, votó a favor de lo que su conciencia la dictaba. Con esa actitud me ganó como votante en los comicios de 2001 y 2006, a pesar de que su mensaje, la gente que la acompañaba y su look de profesora de primaria no la ayudaban. Alan se la supo almorzar en ambas oportunidades. Lulú es una Buena y una pésima candidata a la vez. Ni los mejores planes de gobierno son suficientes si se carece de arrastre popular. Su mira parece puesta en la alcaldía de Lima, buena vitrina para luego volver a intentar las presidenciales; pero cuidado, Bedoya intentó lo mismo en 1986 y al quedar tercero (siempre tercero) se despidió de la política.
B. LOS SHOULD I STAY OR SHOULD I GO (o sea los indecisos, los que sueñan con la banda presidencial y lo hacen rochosamente público, pero dudan en lanzarse o no). Alejandro Toledo ganó en 2001 no sólo por su buen eslogan: “Toledo Trabajo”, sino porque le robaron las elecciones de 2000 y la gente le retribuyó en las ánforas su lucha tenaz en contra del fujimorismo. Sin embargo, toda su popularidad se fue diluyendo por su reputación de relajado y parrandero, beodo y pipiléptico. También por las andanadas de Eliane y por no reconocer a Zaraí (tema que fue su espada de Damocles). Sea por ineptitud o por racismo, su imagen se vio constantemente vapuleada por sus detractores, tanto que con apenas 5% de aceptación fue un milagro que acabase su mandato. Sólo cuando estuvo a punto de irse, le reconocieron el crecimiento económico, el inicio de las obras de la carretera interoceánica Perú-Brasil, la explotación del gas de Camisea, el TLC con Estados Unidos, el programa Mivivienda, o que en La Libertad —territorio aprista— ampliara el aeropuerto y asfaltara la pista a Otuzco (más de lo que el partido de la estrella ha hecho jamás por esta región). Mis amistades me tildan de hereje cuando afirmo que el cholo fue el mejor presidente peruano que vi en mis treinta y ocho años de vida (desde Morales Bermúdez al segundo Alan). Me refutan asegurando que sólo se limitó a continuar los lineamientos del Fujimorato y que sus éxitos no fueron propios sino iniciativas de otros que gobernaron por él. Sus argumentos refuerzan mi punto de vista. Si el lorcho era incompetente, tuvo entonces la habilidad para rodearse de un equipo capaz, y si emuló lo positivo de Fujimori, rompió con la tradición infame de todos nuestros mandatarios: ningunear las buenas obras de sus predecesores y volver a foja cero. No me caben dudas que el cholo quiere volver a lanzarse, pero su poco carisma es un handicap insalvable. César Acuña, además de promotor universitario de éxito, le arrebató la alcaldía de Trujillo al Apra y sus obras como burgomaestre —sin ser gran cosa— son cualitativamente superiores a las realizadas por los apristas en veintiséis años de administración continua (aunque deberá responder por qué pistas recién asfaltadas lucen agujereadas con tan sólo dos días de lluvia). El chato cuenta con universidades en puntos estrátegicos del país, con un equipo de fútbol competitivo, pero aún así carece de protagonismo, de tribuna nacional, y de aquí a 2011 le resta poco para obtener la popularidad que necesita. Si bien en la carretera a Cajamarca he visto pintas que lo lanzan a la presidencia nacional, lo más seguro es que Acuña se repliegue e intente la presidencia regional y hacerla una buena palestra, como fue el caso de Yehude Simmons (quien cometió el error de recibir un premierato que estaba cantado reventaría como fusible recalentado). Jaime Bayly es el abanderado de este ítem. Es el único posible candidato a quien su canal y auspiciadores le pagan por hacer su propia campaña proselitista a través de su programa. Pero, ¿llegará a lanzarse? Y de hacerlo, ¿podrá llegar a la segunda vuelta? Difícil. Personalmente me cae bien, lo considero lúcido e inteligente. Podría —por qué no— ser buen presidente, pero no creo que llegue a serlo por diversos motivos. Primero, por farandulero. Segundo, por conflictivo (hasta cierto punto infidente y desleal con sus familiares y amigos). Tercero, por su vida licenciosa (para hipócritas y cucufatos llamen a los peruanos). Cuarto, por más que oportunamente haya ventilado su relación con una ninfa de veintiún años, nadie le quita el sambenito de ‘cabro’ que él mismo ha enhebrado. Yo no me considero homofóbico pero vivimos en una sociedad homofóbica que dudo mucho el agrade tener al primer mandatario públicamente gay de la historia. Bayly debe ser consciente que una mínima contracampaña es suficiente para derribarlo, por eso usa su programa televisivo como termómetro (como medidor), pero ojo, debe saber distinguir lo que es rating y lo que es porcentaje electoral.
C. LOS FIJOS (quiéralo o no el Perú, ya están en campaña). Ollanta Humala casi logra la presidencia en 2006, gracias a que la Izquierda (un tercio histórico del electorado peruano) cerró filas con él y contó, además, con un excelente eslogan: “Amor por el Perú”, con claras reminiscencias peloteras (al Chorri Palacios). Tuve la oportunidad de conocerlo personalmente en agosto del año pasado en Cajamarca. Nos encontramos en las escaleras del Portal del Marqués —hotel en el que nos hospedamos los profesores de la UPN— y él me saludó amablemente, como si me conociera. Yo respondí el saludo pensando que se trataba de algún colega y recién cuando estuve en la puerta de mi habitación reparé que se trataba de él. Ya en la noche tuve la oportunidad de abordarlo en el comedor del hotel y quedé gratamente impresionado por su humildad y deferencia. Conversamos veinte minutos de forma coloquial (nada que ver con el cachacote de modales cortantes), confiándome que estaba iniciando su campaña presidencial en Cajamarca porque es una tierra muy querida por la ‘doña’ (refiriéndose a su esposa, Nadie Heredia, quien no lo había acompañado en el viaje). Hoy, aparece con discreto 6% en las encuestas y sus probabilidades electorales van a depender mucho de su capacidad para aglutinar a la Izquierda como lo hizo en el proceso anterior, porque el cajamarquino Marco Arana emerge como un candidato mejor preparado y con mayor carisma. El arrastre del padre Arana —con similitudes con el paraguayo Lugo— todavía no se hace sentir. Habrá que observarlo con mayor detenimiento en los meses que vendrán. Keiko Fujimori, puedo vaticinar que es bolo fijo en la segunda vuelta. El fujimorismo representa hoy por hoy un 20% del electorado, muchos de ellos convencidos de que su padre fue lo mejor que le pudo pasar a este país. Posiblemente el Chino pudo gobernar bien de 1990 a 1995 (con autogolpe incluido), pero tras ser reelegido se creyó omnipotente y se dejó llevar por el despotismo y la corrupción, lo cual invalida sus contados logros. La propia Keiko no cuenta con notorios pergaminos. Fue la congresista más votada en los comicios anteriores, pero su labor a la fecha ha sido bastante discreta, quizá la menos destacable de toda su bancada. Me temo que la chica sólo es pura sonrisa y que en el fondo carece de criterio y de voz y voto (¿alguien le ha escuchado alguna vez un speech medianamente decente?). Yo no votaría por ella porque considero que sería votar por la impunidad de los crímenes cometidos durante el gobierno de su padre. Fujimori pacificó el país, solucionó los problemas limítrofes con Ecuador e impulsó el crecimiento económico, pero a cambio pagamos la pérdida de valores, el envilecimiento social y el embrutecimiento de las nuevas generaciones que ya tienen derecho a sufragar y no saben en donde están parados. Tengo, además, la impresión de que Keiko es una marioneta con arrastre popular. No quiero imaginar que oscuros Montesinos podrían gobernar a través de ella. Luis Castañeda, otrora mandamás del fenecido IPSS (Instituto Peruano de Seguridad Social) y hoy alcalde de Lima. Se reconoce que chambea con perfil bajo, sin muchos aspavientos. Sus obras de infraestructura en la capital hoy lo colocan favorito en las encuestas, cinco puntos por encima de Keiko. Sin llegar a convencerme del todo, es el candidato que más me llena el ojo, hoy, febrero de 2010, pero quien sabe, todavía falta mucho y todavía hay cabida para algún —necesario— outsider. 
12 comentarios:
Me parece sospechoso el meteórico acenso de Octavio Salazar, ahora incluso se le ve inaugurando obras con Alan. Podría tratarse de la carta que el apra tiene bajo la manga.
A principios de enero del presente año, se voceaba el nombre de Octavio Salazar para la alcaldía de Trujillo representando al APRA. Decían que era el nombre idóneo para recuperar el sillón edil de esta ciudad. Al terminar el mes, voceros apristas desmintieron públicamente dicha versión que posiblemente ellos mismos ayudaron a filtrar. Me imagino que el sillón edil trujillano le quedaría chico a sus aspiraciones y quizá el sillón presidencial le quede muy grande. ¿Será posible que el concubinato entre el APRA y Alex Kouri no funcione y estén pensando en lanzarlo para la alcaldía de Lima? Kouri y la Lulú no son muy simpáticos que digamos, Salazar con una buena campaña se la puede llevar.
Ciertos detalles, me parecen son inexactos cuando dices que Fujimori pacificó al país, entendiendo que te refieres al terrorismo, ya que es bien sabido que el servicio que en su momento precidiese el afamado Ketín Vidal, había sufrido, tras la aparición del chino en el sillón presidencial, una reducción de su presupuesto y que iba a ser, incluso, desarticulado; cosa que evidencia la grosera ignorancia del mandatario acerca de las investigaciones de Vidal para atrapar a Abimael, cuya captura, claro, sirvió no sólo para la vigencia del equipo policial sino también para que Fujimori se adjuricara el éxito de la operación: es decir, el mérito es únicamente de Vidal, bien hubiese estado sentado en la presidencia cualquiera. Respecto a que solucionó los problemas limítrofes, claro que lo hizo, perdiendo la guerra gracias a su campaña armamentista con equipo obsoleto e inservible que no sólo le costó al Perú perder la guerra sino que también millones de dólares perdidos en sobrevaloraciones y, como dije, armas inservibles; eso no creo sea un mérito sino un proceder calificado como para una acusación de traición a la patria: no solucionó los problemas limítrofes, nos impuso los límites que Ecuador estimaba, aun con el generoso kilómetro dentro del Perú con autonomía ecuatoriana, como si no hubiesen caídos peruanos ahí.
Por otro lado coincido contigo en que aun está lejos los movimientos de posiciones en las encuestas; Arana es un postor que puede dar la sorpresa.
Un abrazo,
Por cierto, tal vez tengas a bien lo que escribí hace un tiempo al respecto: http://bajotumirada.blogspot.com/2010/02/olvidar-es-triste-desconsuelo.html
Un abrazo
Mi estimado Marco:
Agradezco tus comentarios oportunos, sin embargo déjame ahondar en algunas cuestiones.
1. SOBRE EL PAPEL DE FUJIMORI EN LA PACIFICACIÓN: Eso de que iban a recortar recursos a la guerra contra la subversión me parece especulativo y debatible. Fujimori tomó el asunto más en serio que sus predecesores. Su estrategia fue dura y lo importaron un carajo los derechos humanos. En la noche del autogolpe (5 de abril), uno de los motivos esgrimidos por el chino fue la tan cacareada pacificación. Ahora, es cierto que el chino ni el SIN fueron autores intelectuales de la caída de Abimael Guzmán. Ketín Vidal y su equipo procedieron con autonomía, pero siempre bajo el "auspicio" de Fujimori. En el juicio contra el chino, Ketín declaró que toda sugerencia del presidente él la tomaba como una orden.
2. SOBRE LA PAZ DE ITAMARATÍ: Lo mejor que hizo Fujimori y su equipo diplomático. Es cierto, se perdió una guerra por culpa del armamento obsoleto y porque Paco Moncayo resultó ser mejor estratega que Hermoza (aprendieron sus errores del "Falso Paquisha"). Si bien se cedió un kilómetro cuadrado dentro de territorio peruano y otra veintena de kilómetros en la colocación de hitos, creo que no son nada en comparación a la solución de un problema que llevaba más de 180 años. Cambiamos una veintena de kilómetros por miles de kilómetros cuadrados que los ecuatorianos sostenían que eran suyos. Derrumbar la creencia generalizada de que eran "un país amazónico" debe ser más doloroso que perder unos kilómetros que muy pocos peruanos han pisado y quizá no pisen jamás.
3. SOBRE KEIKO: leyendo tu post veo que coincidimos, la muchacha es incapaz para ser presidente. No ha mostrado como congresista ni como candidata ninguna perspicacia política. Sus argumentos pasan sólo por ser la hija de su padre (y la heredera del 20% de su arrastre electoral). No votaría por ella porque pienso que sería un monigote al servicio de oscuros intereses como lo fue su padre (primero con Alan, luego con Vladimiro). No votaría por ella porque representa a su padre que más que robarnos y perjudicarnos económicamente (se levantó un culo de plata de las privatizaciones), nos envileció y nos embruteció como sociedad y eso es un pecado que no se puede perdonar.
4. SOBRE KOURI Que no es devoto de mis simpatías (tengo marcada preferencia por Lourdes) pero tu post me ha hecho pensar ¿por qué no? Pesa sobre él su cercanía con Vladi y la metida de pata de su noherma, pero además de reunirse con el 'doc' y hablar de supuestos negociados, ¿quién le ha comprobado algo turbio? ¿Quién le ha comprobado alguna corruptela en los 16 años consecutivos frente a la comuna chalaca? Parece que nadie y más bien podría tildarse su gestión de eficiente. Entonces, ¿por qué no darle la oportunidad? A Kouri no se le ve transparente, pero no seamos ingenuos, ningún político lo es. Aunque no deberían ser así las cosas, que sea como dicen los viejos: "que va a robar, va a robar, ¡pero carajo, qué haga obra!
Alfieri, Qué bueno hayas ahondado en estos puntos, siempre es bueno, como dije en mi artículo, recordar, y tener siempre en cuenta el pasado para no repetir los mismo errores.
1. SOBRE EL PAPEL DE FUJIMORI EN LA PACIFICACIÓN: Me parece un poco genérico entender mi afirmación sobre el presupuesto a todos los recursos a la guerra contra la subversión. Es harto conocido que el SIN así como el grupo Colina, gozaban no sólo de la buena pro de Fujimori, sino también de un presupuesto que era por demás generoso pese a sus resultados. Colina, por ejemplo, ante el evidente avance de los grupos guerrilleros que probaba su ineficacia como la del SIN no tuvo mejor respuesta que, obedeciendo una orden superior que hasta el día de hoy se desconoce, incursionar en la La Cantuta, secuestrar a 9 estudiantes y un profesor a los que luego asesina, descuartiza, quema y oculta, sin la menor prueba de que hayan tenido relación o hayan sido militantes de Sendero, menos aún que hayan estado comprometidos en actividades terroristas. El SIN sólo se dedicó a chuponear políticos y periodistas y manejar sistemáticamente los medios y autoridades a base de presiones o sobornos. En cambio, a la dincote, no le iban a recortar, sino que ya le habían recortado el presupuesto; lo que se especula es que ese era el primer paso para desarticularla: La dincote, previa a la captura de Guzmán, era, como decía el Dr. Víctor Cubas Villanueva, Fiscal del caso La Cantuta, en su libro "La Cantuta: crónica de la investigación policial", un tugurio con un solo baño para 600 personas. Sólo tenía unas cuantas máquinas de escribir vetustas marca Remington y Underwood y los oficiales tenían que hacer cola para usarlas. Tampoco contaban con grupo electrógeno por lo que en cada apagón, de los muchos de esa época, recurrían a las velas encendidas x cada cuartucho. Tampoco había una sola computadora, hasta que, gracias a la captura de Peter Cárdenas Schultz, en abril de ese año, 5 meses antes de la famosa captura, se le decomisaron computadoras, por eso es que las tenían. Es más, el protagonismo de Fujimori en la captura de Guzmán fue tal que ni siquiera se enteró de ella ya que estaba veraneando en Iquitos, pese a que Vidal llamó al palacio a las 9:30pm de ese mismo día: Decir que él pacificó al Perú como que no es muy exacto que digamos.
2. SOBRE LA PAZ DE ITAMARATÍ: Tal vez tengas razón al decir que es un alivio que las cosas estén bien entendidas entre ambos países a un problema que llevaba 180 años y que los kilómetros bien lo podrían valer, pero vamos!! no vas a decir que perder una guerra, que es el motivo por la que tuvimos que ceder ese teritorio, es un mérito o un logro. Que los ecuatorianos no hayan sido tan audaces como los chilenos de adueñarse de un territorio que no les pertenece tras ganar una guerra es problema de ellos, pero en ninguna circunstancia es mérito del que pierde, en el mejor de los casos, es la clemencia del victorioso. Fujimori se tiró dinero del estado, desarmó nuestras fuerzas armadas, la equipó de chatarra como armamento, mintió al pueblo a través del canal 2 con el falso paquisha, perdió kilómetros de nuestro territorio, y perdió groseramente una guerra: Decir que eso es un logro como que tampoco es muy exacto.
3. SOBRE KEIKO: Coincidimos, sus únicas promesas para su plan de gobierno es indultar al reo de su padre y cambiar los pañales de su hijo frente a la televisión.
4. SOBRE KOURI Kuori es distinto, no se le puede acusar de una mala administración, su problema es la transparencia y la honestidad. Y aunque entendería un voto a su favor bajo esos conceptos creo no sería lo correcto porque es, aunque no se quiera, el aval de la corrupción y el cinismo de la era fujimori con la que él, de alguna forma, estuvo coludido; es decir, es perpetuar lo que ahora criticamos en una curiosa y para nada razonable paradoja.
Un abrazo
jajajajaja se agarraron los gemelitos, aquí me quedaré a recoger los pedacitos que queden dspués que se desnuquen, vayan, vayan nomás, me siento a observar en primera fila, yo les digo quien va ganando
nomás una cosita mocosita, mi querido huevas # 1: resulta que ecuador sí es país amazónico, no porque tenga acceso al río amazonas sino porque tiene parte de la denominada selva amazónica... aunque del amazonas los ecuatorianos no puedan ver ni el color de la arcilla cremosa que lo caracteriza sin pasaporte de por medio
No me he desnucado contigo que eres necia como una piara de mulas, tampoco lo haré con Marco que parece más enterado sobre los entremeces de la "pacificación del país" que yo (ofrece una mar de datos de la situación de la DINCOTE que yo honestamente desconocía). Presentadas así las cosas, no es descabellado que Fujimori pensara desactivar esta entidad para darle toda la responsabilidad al SIN (que terminó siendo tan siniestra como la DINA de Pinochet).
Sigo discrepando con él sobre lo de Ecuador que quizá no fue mérito directo de Fujimori si no de De Trazegnies y su euipo diplomático, pero a partir de la Paz de Itamaratí ya no circulan más mapas mutilados del Perú por el mundo (como sale en un capítulo de los Simpson por ejemplo).
Sobre que Ecuador, Colombia, Venezuela, las Guayanas y Bolivia son países "amazónicos" no quepa la menor duda, pertenecemos a la misma jungla aunque el mentado río sólo sea patrimonio de Perú y Brasil. Pero cuando los ecuatorianos hacían hincapié a sus derechos amazónicos era porque se creían propietarios del territorio peruano a la ribera norte del río (de ahí la famosa frase: "¡Tumbes, Jaén y MAYNAS, ni de vainas!" Ahora, que yo sepa los monos no necesitan pasaporte para navegar por el Amazonas pues existe un tratado de libre navegación por esas aguas.
patrimonio de perú, colombia y brasil, mi huevas # 1. mira el mapa, colombia lo tiene besándolo a la voladita nomás para que no se acostumbre a lo que no va a durar, por la zona de leticia, y sigue paso a brasil por marco (no el mulo adefesio éste, así se llama el pueblo fronterizo) y tabatinga para ahondarse en tierras brasileras buscando su salida al atlántico, que es impresionante, ojalá un día puedas ver eso
no, no hay tal, en los puestos de control, sin pasaporte o salvoconducto no pasan, con los milicos no discutas
ay entonces no se van a agarrar a golpes, ¡qué aburridos! y yo que ya tenía mi carrito listo para ir pasando con mi recogedor por los despojos... no puedo confiar en ustedes ni para una sana diversión, ufff
Alfieri, me quedé en que "Acuña ha hecho obras cualitativamente superiores a lo realizado por el partido de la estrella en 26 años de continua administración". ¿No estarás exagerando? Mencióname unas tres al menos. Para mi que Juan Carlos Castillo te esta dando por lo bajo. Yo te digo una del Apra: la burrada de puente que hay frente al monumento de Víctor Raúl, es cualitativamente superior, ha aguantado varias tormentas y sigue igualito.
El chino.
Mi estimado Chínico:
Hablar bien de Acuña es difícil, puede ganar una alcaldía pero jamás un concurso mr. Simpatía. El chato no es santo de mi devoción, los apristas tampoco lo son, pero cualitativamente me parece vivir en una ciudad más limpia y más ordenada, pero como lo cualitativo a veces puede ser subjetivo (y lo subjetivo nos lo podemos meter por el ojete), hablemos de cosas tangibles:
1) Reubicación de los alumnos del colegio Centro Viejo (un problema insoluble a manos de los apristas).
2) Moderación del tránsito vehicular en las principales calles de Trujillo (Pizarro y Orbegoso, dando paso a un posible y necesario paseo peatonal).
3) Ornamentación de la Plaza de Armas de Trujillo (digan lo que digan, la Estatua de La libertad se ve más bacán).
4) Inicio de obras del parque recreacional La Rinconada (áreas verdes para los moradores de Florencia de Mora y La Esperanza, lo que promete ser El Golf y Country Club de los pobres).
5) Ornamentación del llamado Paseo Universitario en la Av. Juan Pablo II.
6) Iluminación de la cruz del óvalo papal.
7) Obras de agua potable para el AA.HH. Los Jazmines (claro, eso no lo ve jamás el Trujillo "oficial").
8) Inversión en serenazgo y en vigilancia ciudadana (que por desgracia no es suficiente por el aumento de la delincuencia).
Ahora, esas son las obras, si están bien hechas o no eso el tiempo o una lluvia lo dirá. El chato igual debe rendir cuentas por la estafa de las pistas.
jeje, me agrada más tu descripción sobre las bondades de la gestión de Acuña que la de Novoa, en la entrevista de Aquiles, en la que el poeta no siempre se expresó con lucidez.
Un abrazo,
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