viernes, 19 de febrero de 2010

vale la pena soñar

No llevo la cuenta de cuantos partidos de fútbol he visto. Si hago cálculos desde 1981 de dos partidos por semana, a la fecha debo bordear los tres mil partidos (quizá un poco más porque procuro ver casi todos los partidos de los Mundiales, Eurocopa y Copa América). De cada cinco partidos que he visto, calculo que uno debió jugarlo Alianza Lima, el club de mis amores y dolores. Aumenta la cantidad si agrego los partidos escuchados por radio, sobre todo en la década de 1980 cuando los partidos del Descentralizado no se transmitían por televisión. En provincias, el fútbol se ‘vivía’ a través de La Rotativa Deportiva, lo cual tenía su encanto, pero eso es tema para otro post.

Partidos de Alianza en el torneo local recuerdo muchos. El 5-1, el 2-1 (que era el Clásico número 200 de la historia) y el 4-0 que le propinamos a la U en 1986 (aquel equipo entrenado por Didí y que sucumbió en el Fokker en la siguiente temporada). El 6-3 también contra las gayinas en 1995. La volteada 5-4 contra los pavos en 1997, tras ir perdiendo 4-1. Las goleadas a los pavos por 5-0 en 2002 y por el mismo marcador en 2004. Lástima que no exista filmación del 9-1 que le propinamos a las gayinas en 1949 con cinco tantos del ‘Feo’ Salinas. El recuento es menos generoso con las participaciones aliancistas fuera del Perú. Una goleada 6-1 al Wilstermann en 1995. Un 1-0 en Bogotá frente a Millonarios en 1999 con golazo del ‘Charapa’ Salazar (Fox Sports lo denominó ‘gol del año’). Un 1-0 en Asunción frente a Olimpia en 2003 y otros triunfos y empates que al final resultaron intrascendentes. Alianza Lima nunca ha estado a la altura de ninguna competencia internacional y eso es un duro pasivo histórico. Su mejor actuación aconteció en 1978 cuando con un equipazo —Cubillas, Cueto, Sotil, Velásquez— caímos en semifinales frente al Deportivo Cali. La peor, en 2007, cuando perdimos todos los partidos. Una vergüenza total.

Con esos antecedentes, aunados a la forma miserable como caímos frente a la U en las finales de 2009, mis expectativas eran escasas a nuestra performance en la presente Copa. Sin deseos de acabar con la mierda revuelta como en otras ocasiones, presencié por televisión su partido debut en la altura de La Paz, el miércoles 10 a las 4:30 pm. En el segundo tiempo, mientras estaba cero a cero, Alianza, que había hecho un buen partido hasta ese momento, parece quedarse sin oxígeno y es cuando el Bolívar, de discreto accionar, genera varias oportunidades de gol, muy bien neutralizadas por Libman. Cuando parecía que el tanto paceño se caía de maduro, Alianza a través del trujillano Fernández anota dos goles en menos de cuatro minutos y luego, cuando parecía que los ‘boliches’ podían empatar tras descontar al concretar un penal cobrado injustamente, Montaño, más gordo y pesado que nunca, contragolpeó a toda carrera y anotó el impensable 3-1.

Alianza, una escuadra que normalmente juega fiel a su estilo e historia, esa tarde le dio vuelta a la mala suerte y venció. Motivo suficiente para que los hinchas nos embriaguemos de emoción. Al día siguiente, Estudiantes, campeón vigente de la Libertadores, golea 5-1 al Aurich y, a pesar de los piropos ayayeros de los comentaristas de Fox Sports —siempre parcializados con los clubes argentinos—, la goleada me pareció excesiva pues se concretó cuando los chiclayanos estaban con un hombre menos en el campo. Igual había que tener cuidado. El ‘Pincha’ es un equipo que hace lo necesario para ganar. Tradicionalmente sabe amarrar y cuidar el resultado. Por esa característica, el inicio del partido frente a Alianza en Matute, el jueves 18 a las 7:30 pm, se presentó ideal para ellos. Apenas a los doce segundos, un pésimo despeje de la zaga blanquiazvl culmina en gol de Estudiantes. “¡Chesumadre!, estas huevadas sólo le pasan a Alianza”, pensé apesadumbrado. Minutos después, luego que el hiperpromocionado Boselli, solito frente al arco, pateara a las tribunas y perdiera la ocasión de liquidar el partido, comienza a crecer la figura del ‘Zorrito’ Aguirre, apropiándose del partido.

A los diecisiete minutos, Aguirre puja un balón, ingresa al área, el esférico rebota en su pecho y al bajar, de un puntazo lo clava arriba en un rincón inatajable. Golazo. Un jugador discutido y resistido por la hinchada, comienza a reivindicarse, reinventarse, a jugar el partido de su vida. Luego se sucede una mano pincharrata en el área que el árbitro no cobra penal, se anula un legítimo tanto de Fernández por supuesto off-side. Alianza, a esas alturas, es el único equipo de la cancha. La ‘Brujita’ Verón y compañía parecen naufragar. El segundo gol, en el minuto treintaitrés, es de contragolpe. Aguirre con velocidad y quiebre de cintura se deshace de un rival y marca un gol que en el noventa por ciento de los casos hubiese fallado. Notable. Con ese marcador culmina la primera mitad.

El segundo tiempo —increíble— contin siendo de jarana grone. os hubira mitad. a se deshace de un rival y marca un gol que en el noventa por ciento de los casos hubiúa siendo de jarana íntima con un Aguirre endiablado a pesar de que Clemente le metió la guadaña y parecía que lo sacaba del partido. Con esa falta pensé que el ‘Zorrito’ bajaría las revoluciones pero me equivoqué. A los setentaisiete Aguirre consigue su hattrick desde el borde del área rival de potente zurdazo. Otro golazo. A los ochentaicinco, Fernández sella la goleada con un tiro de volea tras insistencia de un Aguirre imparable. 4-1 soñado, histórico, precioso, inolvidable para la hinchada más grande del Perú que hizo sentir su localía en todo momento.

¿Qué puede suceder más adelante? Con el fútbol nunca se sabe, pero al menos siempre atesoraremos esta exhibición maravillosa, una noche en que Alianza ganó, gustó y goleó nada menos que al equipo subcampeón del mundo (si daba gusto escuchar a Niembro y compañía embelesados por el accionar grone). Queda la ilusión y la esperanza de que si seguimos jugando bien podemos volver a repetir jornadas como estas y ver quién carajo nos ataja. Con este Alianza seamos generosos, vale la pena sonar.

1 comentarios:

necia dijo...

sí huevas, total... soñar no cuesta nada

¿qué tal fierro? a los siglos... andas medio apagado, enciéndete pes

jajaja ¿a que no sabes lo que puso el verificador de palabras? "BELYTO" hasta por ahí me soplan que te prenda con una velita, jajajajaja