viernes, 5 de marzo de 2010

sobre adorar y venerar (la misma chola...)

Siempre agradeceré al colegio San José Obrero la calidad de religiosos que tuve como profesores y formadores, hombres de mentalidad abierta, prestas a oírte, dialogar y debatir de manera alturada. Mi agradecimiento eterno al hermano Douglas, hermano Tong y al padre Luyo por las horas dedicadas a este agnóstico obstinado; no consiguieron enrolarme en las filas del catolicismo pero sí se ganaron a un marianista de corazón. 

Douglas fue el primer ‘revolucionario’ cuando en 1987 dedicó un bimestre del curso de religión a hablarnos de otras religiones —islamismo, budismo, judaísmo— de la manera más didáctica y respetuosa posible (sólo se mostró un poco sarcástico cuando habló de los mormones). Al año siguiente, la materia recayó en manos de Tong, quien se atrevió a afirmar que el Génesis, el libro más controversial de la Biblia, no había que tomarlo al pie de la letra. Decía que los hechos ahí copilados no había que creerlos como sucesos reales sino como ‘figuras de explicación’, es decir como sacras metáforas de las que había que extraer su verdadero significado. Una salida inteligente, autoría de algún teólogo que intentaba zanjar la batalla inútil entre la religión y la ciencia (argumento del notable filme Inherit the Wind, basado en hechos reales). No lo dijo el hermano, pero a mí me quedó claro que el Génesis guardaba tanto valor como las fábulas de Esopo.

En quinto de media —1989—, a la salida de una clase sobre el santoral (ya había aprendido a no hacer preguntas ‘incómodas’ en pleno salón para no ganarme los abucheos de los cucufatos), le manifesté al padre Luyo mi convencimiento de que el credo cristiano era politeísta y no monoteísta como afirmaban. El padre respondió mi atrevimiento con una sonrisa y me dejó sin réplica cuando sustentó: “no debes confundir, nosotros los católicos no adoramos a nuestros santos, los veneramos y eso tiene un significado muy distinto”. 

En ese momento no tuve argumentos para replicar, pero la duda siempre ha quedado en mí hasta la fecha, tanto que todavía no me queda clara la diferencia que le dan los católicos a los verbos ‘adorar’ y ‘venerar’. Para ‘adorar’, la RAE recoge estas dos acepciones concernientes al tema: 1) Reverenciar con sumo honor y respeto a un ser, considerándolo como cosa divina, 2) Reverenciar y honrar a Dios con el culto religioso que le es debido. Para ‘venerar’, la misma RAE afirma: 1) Respetar en sumo grado a una persona por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a una cosa por lo que representa o recuerda, 2) Dar culto a Dios, a los santos o a las cosas sagradas.

La primera acepción de ‘venerar’ difiere de las dos mencionadas para ‘adorar’, habla de sumo respeto en vez de reverenciar; sin embargo, la segunda acepción es bastante ambigua. Para quien dicta clases de religión la diferencia semántica es obvia y así se lo transmite el pastor a su rebaño, pero lo que en teoría es venerar, en la práctica se confunde con adoración idólatra. La veneración a santos, vírgenes y relicarios inanimados, difiere muy poco de la adoración que profesaron y profesan las culturas politeístas a sus distintas deidades. Diciéndolo más claro, la Iglesia y su feligresía hablar de venerar cuando en realidad alienta y ejecuta actos de abierta adoración a través de estatuas, procesiones, comparsas, fiestas patronales, etc. Las culturas politeístas cuentan con una deidad superior, un dios de dioses, y le siguen a continuación un séquito de deidades inferiores. Los católicos ‘monoteístas’ hacen más o menos lo mismo, cuentan con una sola entidad suprema —o tres según el intríngulis de la Santa Trinidad— y un santoral innumerable de personajes a los que, por supuesto, se les cambia el apelativo de ‘dios’ o ‘dios menor’ por el eufemismo de ‘santo’.

Por cantidad demográfica, la religión católica es la más politeísta de la historia. Para entenderlo mejor, remontémonos al pasado. En los albores, al cristianismo no se le podía considerar una religión sino más bien una secta, una nueva interpretación de la ley judaica, la única que en la antigüedad que practicó el monoteísmo, aunque estaba también contaminada de cierto politeísmo al incorporar ángeles —criaturas de las tradiciones indias y persas— a su credo. Una vez afincados y extendidos por todo el Imperio Romano, los primitivos cristianos, para sobrevivir y hacer —digámoslo en términos de marketing religioso— más ‘vendible’ su dogma y compatible con las creencias paganas, comenzaron a sincretizarse con diversas deidades y ritos romanos. Así, los cultos a Isis fueron reemplazados por el culto a la Virgen María, el culto del Sol Invictus por la Natividad y, para tal propósito, era necesario oficializar la divinidad de Jesús, lo que por fin se consiguió mediante un apretado sufragio en el concilio de Nicea del año 325, y para rendirle culto a diversas actividades como la carpintería, agricultura, medicina, amor, etc., se fueron designando a diversos santos patronos. Para entender un poco más esta idea, es necesario realizar una recategorización de las deidades que pueblan y nos cuidan desde el reino de los cielos.

A. DIOSES Encabezados por quien la Biblia llama Yahvé, Jehová y a veces Adonai (derivado del Adonis de los fenicios). Los cristianos parecen ignorar estas denominaciones —a excepción de los Testigos de Jehová— y lo llaman simplemente Dios, que dicho así parece carecer de nombre pues el término ‘dios’ es universal en todas las religiones. También lo definen como el Padre, con lo que entran en más confianza. Según las Escrituras, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, pero no especifica a semejanza de quien, ¿de los blancos?, ¿de los chinos?, ¿de los negros? O acaso Dios es un buen blended y su naturaleza democrática hace que tenga un poco de todas las razas (quizá su piel sea transparente o color verde esperanza). Eso es algo que solamente en los Cielos se puede saber. En segundo lugar aparece Jesús o Cristo o Jesucristo o simplemente el Hijo como sugiere la Santa Trinidad, afirmando que el Padre y el Hijo uno sólo son, consubstanciales y no insubstanciales (si se puede comprender ese arroz con mango). Esto nos ayuda para poder realizar el identikit del Creador. Entonces es de raza semita y no caucásica como figura en templos, pinturas y estampitas. De mediana estatura como cualquier judío de hace dos mil años. Cara redonda en vez de larga. Contextura vigorosa por dedicarse a la carpintería y no delgada y lánguida. Para hacernos una idea mejor, si Jesús hubiera llegado a los sesenta años, se parecería a Saddam Hussein al momento de su ejecución en Guantánamo. En tercer lugar, aparece el llamado Espíritu Santo y que, aparte de haber inseminado a la Virgen, no parece muy claro cual es su rol protagónico o de qué posición juega en las grandes ligas. Lo representan con la figura de una cándida palomita con cual, al ser consubstancial con los otros dos, es probable que el Padre posea alas como los ángeles (quizá sea un ‘ángel mayor’). En la Biblia no encontramos vestigios de la Santa Trinidad, salvo en un pasaje del Génesis en que ante la posibilidad de que el hombre (Adán) pueda ingerir el fruto que le conceda la inmortalidad, los dioses encargan a un ángel expulsarlo a él y a su mujer expulsarlos del Edén para que no viva para siempre como ‘nosotros’ (aunque ese ‘nosotros’ me sabe más a una redacción anacrónica que delata que los judíos, en un comienzo, fueron politeístas).

B. MADRE DE DIOS Sola en la segunda categoría, no en vano es la única mujer que se ha dado el lujo de parir un Dios y su himen, me imagino, jamás se desgarró porque si no habría dejado de ser ‘virgen’ —el caso más notorio de himen complaciente del que se tenga noticia—. La Iglesia dice que es figura venerable, pero en la praxis es adorada casi tanto como el Padre, el Hijo y mucho más que el Espíritu Santo. Aunque carece del rango de ‘diosa’, la mamita goza de cierta autonomía para maniobrar. En un principio necesitó de la ayuda de serafines para subir al cielo con su naturaleza corporal —la asunción— porque los cristianos no concebían la inmortalidad sin la resurrección de la carne, pero luego se dio maña para subir y bajar del cielo cuando lo creía conveniente. El último avistamiento oficial de la Virgen aconteció hace menos de cien años, en 1917, apareciéndose en repetidas ocasiones a tres pastorcitos en Fátima (Portugal) para hablarles pestes del comunismo, fascismo y de un cercano fin del mundo.

C. ÁNGELES Seres alados de sexo masculino —no se han avistado ángeles femeninos— que, por antigüedad y servicios prestados a la humanidad, se ubican en el tercer escalafón. Según la Biblia y las tradiciones indias, persas y judaicas, los querubines han existido desde el inicio de los tiempos. Un ángel armado con una espada de fuego se encargó de desalojar a Adán y Eva del Paraíso. Ángeles anunciaron a Lot la hecatombe de Sodoma y Gomorra. Otro ángel se agarró a trompadas con Jacob. Ángeles fueron los que se dejaron seducir por la belleza de las hijas de los hombres y engendraron con ellas a la raza de los titanes. Un ángel se encargó de anunciarle a María su futura preñez. Fueron ángeles los que se revelaron contra el Poder Divino —en la única guerra civil que se conoce en el reino de los Cielos— y fueron también ángeles quienes los desterraron a los Infiernos donde se trastocaron en demonios. Entre estos seres alados existen niveles, nueve jerarquías en el llamado coro celestial, siendo la más importante la de los arcángeles, encabezados por Gabriel, Rafael, Miguel y seguidos por Uriel, Jofiel, Shamuel y Zadkiel.

D. SANTOS Seres humanos de ambos sexos —masculinos en mayor número— elevados por decreto eclesiástico a una categoría piadosamente sobrenatural. No se pueden considerar ‘dioses menores’ porque el poder que tienen para obrar prodigios emana de instancias más altas, es decir que Dios obra a través de ellos. Los méritos y caminos para que un ser humano común y silvestre alcance la santidad son varios. Llevar una existencia ejemplar (proba y casta), esparcir la palabra de Dios (eres bolo fijo si te haces martirizar por manos impías), practicar la automortificación. También te podría ligar si eres pariente de alguien divinamente importante. San Ana y Santa Isabel alcanzaron la categoría por ser la madre y hermana de la virgen, respectivamente. Sucede lo mismo con Santa Mónica, madre de San Agustín. No tengo idea de cuantos santos pueden haber en la actualidad, pero sé que en tiempos de Juan Pablo II —de 1978 a 2005— el número se duplicó, lo cual es todo un prodigio para estos tiempos incrédulos. Para que una persona sea declarada ‘santa’, debe haber realizado milagros en vida y también después de muerta. Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, se puso a realizar prodigios como loco después de muerto y fue canonizado a 27 años de su deceso. El Perú cuenta con cinco santos —Rosa, Martín de Porras, Toribio de Mogrovejo, Francisco Solano y Juan Masías—, somos una sacra potencia en el continente americano. Dicen que el primer santo fue San Dimas, canonizado por el propio Cristo cuando le aseguró desde la cruz que ambos entrarían juntos al reino de los cielos. Abraham, Jacob, Moisés, Elías, Isaías, David, Salomón y otros personajes del Antiguo Testamento carecen de categoría de santos y no tienen fiesta patronal ni nada. Es posible que ninguno de ellos esté en el cielo porque nunca se convirtieron al cristianismo.

E. BEATOS Es decir las ‘crisálidas’, los que están en plena metamorfosis entre ser personas comunes o posibles santos. Volviendo a Escrivá, fue beatificado en 1992 y canonizado una década después. Otros beatos como Liberato Weiss, Samuel Marzoratti y Miguel Fasoli, quienes murieron lapidados en su misión de difundir la fe en Etiopía, tuvieron que esperar 272 años para ser beatificados en 1988. En el Perú tenemos a Sor Ana de los Ángeles Monteagudo —beatificada por el propio Juan Pablo II en su visita a Arequipa en 1985— y Luisa de la Torre, la beatita de Humay. Aguarda su turno la ancashina Sarita Colonia, la que hizo el prodigio de desaparecer sus genitales para no ser violada, pero la Iglesia en su necedad se niega a darle siquiera la categoría de beata, cuando en la actualidad cuenta con más arrastre que Santa Rosa y San Martincito juntos.

F. RELIQUIAS O sea la cantidad de objetos inanimados y de toda índole, reverenciados por los creyentes gracias a su prodigiosidad y significancia. Son reliquias sagradas los incontables restos de la cruz en la Cristo fue crucificado, venerados en distintos templos de Europa (son tantos que en su conjunto podrían formar un bergantín de guerra), el sudario de Turín (el cual la Iglesia, de tanto en tanto, afirma o se desdice sobre su autenticidad), el prepucio de Jesús que se paseó por muchos templos y abadías durante el medioevo hasta recalar en Amberes (incluso Santa Catalina de Siena lo utilizó como ‘aro nupcial’ para simbolizar su matrimonio con Dios), la sandalia de San Antonio de Padua que de tan milagrosa le compusieron una oración, el manto milagroso de la Virgen de Guadalupe, etc. En el Perú tenemos la Cruz del cerro Chalpón en Motupe, prodigiosa como pocas. También la cruz del Padre Urraca, cuya réplica en el templo de La Merced de Trujillo es tan milagrera como su par limeña. Recuerdo de chiquillo haber visto en la pared donde se encuentra empotrada la cruz, muchos pedidos de sus devotos escritos con lápiz o lapicero. El pedido que se me quedó indeleble era el que decía: “por favor, que mi papá deje a la chola”. Hoy hay un letrero que prohíbe inscripciones en la pared.
 
G. PAPAS La tercera acepción que recoge la RAE sobre el verbo ‘adorar’ reza: postrarse delante del papa después de haberle elegido, en señal de reconocerle como legítimo sucesor de San Pedro. Según la costumbre doctrinaria, su santidad es la única persona viva sujeta a veneración, pues es el representante de Dios en la Tierra y posee el don divino de la infalibilidad, es decir, su palabra es sagrada, no merece objeciones, es palabra de Dios. Sin embargo, han sido tantos los desatinos y pecados cometidos por sus majestuosas santidades —desde los pornocráticos a Alejandro VI— que cuesta creer, o al menos discernir, cuáles de sus mandatos o designios conllevan algo de divino.

7 comentarios:

necia dijo...

fierro, adora a Dios y venera a necia. amén

marco dijo...

No dudo que la salida de tu profesor, el hermano Tong, que es, como dices, la de la iglesia actual sea inteligente, aunque la verdad es que la misma Iglesia se ha visto forzada a maquillar constantemente los errores bíblicos, no sólo del Génesis, con adaptaciones interpretativas (cosa que años atrás era suficiente mérito para ser condenado por hereje), pese a que ya perdió el concepto original y que poco a poco se aleja más de lo que los patriarcas de la fe, en su momento, escribieron. Me pregunto ¿Qué habría pensado Cristo acerca de que las profesias de Isaías, las que se supone hablaban de su sacrificio, por ser parte del compendio de fantasias, era sujeta a interpretación, y no tomada como un hecho histórico?. Por otro lado, debiste insistir al padre Luyo de que la Iglesia Católica sí es politeísta, pero no por sus santos, sino porque en el libro que le sirve de bastión, así lo reconoce como cuando en el enfrentamiento de Moisés con los hechiceros del faraón, el salvado de las aguas replica orgulloso: ¡Mi dios es más fuerte que el tuyo! Por tanto, reconocen otros dioses.

Una aclaración, el término Dios es tan válido como Jehová, Yahvé o Yhvé, ya que Jehová tampoco es un nombre, significa El Ser, si te das cuenta, entre El Ser o la entidad y El Dios, como que no hay mucha diferencia salvo la cognotación divina que sí deja en claro la palabra Dios. Por cierto, en ninguna parte de la biblia, ni siquiera de los libros apócrifos se evidencian alas en los ángeles (pese a que sí podían volar según el apocalipsis de Juan, aunque claro! el apocalipsis como bien se sabe fue un sueño pitoniso del autor); ésto fue un aporte foráneo; es decir de origen pagano y posterior: la iconografía egipcia incluye a seres humanos con alas, del que según algunos estudiosos bien podrían haberlos adaptado después de la muerte de cristo cuando se expandió las creencias por otras tierras fuera de las romanas, aunque también se le atribuye a los sumarios ese aporte. Por cierto, una aclaración, el ángel con espada de fuego no fue para desalojar a Adán y a Eva sino para cuidar que los exiliados no intenten ir por el camino que los llevaba al árbol de la vida ante el temor del que no teme a nada (Yhvé), de que comieran de sus frutos, porque así serían eternos al igual que papalindo ¡Y te olvidaste que el prepucio de Cristo también sirvió de chicle!

Un abrazo

necia dijo...

sorry fierro, es que el primer comment como que no entró, lo repetí y salieron dos, ya parezco tartamuda, ayyyy

pero ¿qué tipo de post es éste? me pusiste tanto que no sé por dónde empezar, parece como un buffet de los más apetecibles manjares, en donde se quiere agarrar de aquí pero no, mejor de éste, o tal vez aquel... así es que de uno en uno, para no empacharse pues, ¡qué malo! empachada la necia como que se pone lenta, no funciona, no avanza, así es que vamos de uno en uno, para ir a lo seguro

pues sí, ¿no? eso de la adoración y la veneración como que confunde. felizmente los curas que me instruyeron no eran esos rezadores de avemarías, sino un poco más y se metían de líderes de luchas y cosas así, mi padre se espantaba, ah no, curas comunistas, eso nomás faltaba, esta niña no va a misa nunca más... je je, pero no, si hasta a las fiestas iba sin permiso, imagina que a misa... pues por ahí como que mi experiencia con eso de los santos no fue la misma, nadie me dio estampitas ni me dijo que este santo por aquí o este otro por allá

pero antes que me olvide, ¿cómo es que te volviste marianista? ¿no que los marianistas son los devotos de la vírgen maría? y después sales con aquello de que el himen complaciente, te vas a quemar en el infierno, fierro, te vas a quemar

y ya, mañana la sigo, pero antes, no seas bestia ps, sigues confundiendo "haya" con "halla" creo que tienes tu corazoncito aprista, ¿serás también nieto de apristas de la vieja guardia como novoa y el hígado? cuidado que por ahí escuché que van a formar la banda de los nietos de la nada, jajajaja

alfieri dijo...

MARCO:

Buen aporte que enriquece mi modesto post. Tengo entendido que no fueron los egipcios sino los indios y luego los persas quienes incorporaron en sus credos la figura de los ángeles, pero no sé si poseían alas o no. Es probable que esa figura alada la tomasen los cristianos de los egipcios.

NECIA: Te has ganado mi respeto pero todavía estas un poquitín distante de mi veneración. Veo que el tema también se te hace un sancochado como lo son muchos temas eclesiásticos que, a falta de razón, se les llaman "misterios" de difícil interpretación. Ese error maldito de confundir HAYA (de haber) con HALLA (de encontrar) parece que me va a acompañar hasta la tumba, que seguramente estará ubicada en el cementerio general de Miraflores de esta ciudad donde descansan las osamentas del insigne Haya de la Torre. ¡Palmas, compañeros!

necia dijo...

ta mare, y yo que pensaba -con tu veneración- empezar a hacer mi campaña para beata, pero a este paso, nomás voy a dar para gata, creo. pero no te desanimes, rézame para experimentar cuán milagrosa puedo ser, después vemos qué dice benedicto

la figura de los ángeles son seres que estimulan nuestra imaginación más que ninguna otra de las que pueblan la exótica población celestial. crecí sabiendo que había uno por ahí que tenía a su cargo mi cuidado, uff felizmente creo que no existe la figura de la renuncia al puesto de trabajo para ellos porque si así fuera, el mío habría renunciado hace mucho tiempo

esa de abraham jacob elías y moisés que puede que no estén en el cielo porque no se convirtieron al cristianismo, te salió redonda, jajajajaja buiiiina. salomón no creo que calificara para el puesto ni siendo cristiano, los profetas le jalaron las orejas a cada rato; el don de la inteligencia se le bajaba de la cabeza de arriba a la de abajo constantemente

coincido contigo en que la beatificación y santificación de escrivá fue veloz, inclusive no pasó por el trámite respectivo y que yo sepa, ningún miembro de su grupo lo reza, pero aun así, hizo milagros, ¿viste hombre de poca fe?

tengo que salir, ya regreso por la otra parte mañana

ah, sobre haya y halla, el problema creo que está en que las confundes al pronunciarlas, ¿eres de los que dice poyo por pollo, yuvia por lluvia, yave por llave? con éstas no hay problema, el corrector de la compu las arregla; pero con ésas, como ambas existen, no las pueden detectar si van correctas o no, vas a tener que editar solito. suerte encontrándolas antes que emprendas ese camino al camposanto, nomás no te me adelantes

necia dijo...

¿qué tratas de insinuar con eso de que los restos de la cruz con que crucificaron a Xto son tantos que con ellos se podría formar un bregantín de guerra? si logró multiplicar los panes y los peces, ¿por qué no podría pasar lo mismo con su cruz? los pedacitos se multiplicaron, ¡milagro! ¡híncate, fierro, híncate!

bien antojada la catalina, ¿eh? nada menos que su anillo de bodas. creo que yo voy a querer un novio de carne y hueso cuando me case y un anillo de oro macizo, pero si está bueno el novio, sin anillo nomás, total, no sirve para nada

me da pena esa inscripción que mencionaste. inconcientemente, la persona que escribió eso nos muestra la dolorosa realidad que tienen que enfrentar las trabajadoras domésticas, abusadas por los patrones y maltratadas por las patronas que las consideran la causa de sus males

sobre los papas, pues yo sigo pensando y expresando que son seres humanos, que pueden equivocarse como cualquier otro, el resto son pavadas. pero aun así, sigo católica... excomunión mediante

creo que mi hermano dash ya no me va a querer nunca más

Anónimo dijo...

"Algo que siempre agradeceré al colegio San José es la calidad de religiosos que tuve como profesores y formadores, personas de mentalidad abierta, prestas a oírte, dialogar y debatir de manera alturada."

mi estimado Alfieri, al leer tus palabras iniciales me lamente que yo no tuviera la misma suerte que tu de haber estudiado en ese colegio, pero de pronto, cuando mencionaste nombres que me son familiares y tome conciencia que habias dicho San José Obrero, caí en la realidad que yo también soy ex alumno de ese colegio y cuan diferente puede se mi apreciación de lo que fueron mis clases de religión aquellos días.

Disculpa que no contribuya en nada al buen debate que hay sobre el fondo de tu publicación, solo estoy siendo egoista para discrepar con tu "veneración u adoración" a ciertos religiosos que tuvo el colegio y contarte que pocas veces "mente la madre" con tanto fundamento como lo hice publicamente con el padre Luyo. Su silencio después de eso y el que me graduara sin problemas dejó más que sentada toda una posición ideologica.