miércoles, 29 de diciembre de 2021

2021

Recordaremos el 2021 como el segundo año de la pandemia. De los seis millones de fallecidos en el planeta a causa de un virus que permuta, 203 mil han sido peruanos, es decir más del 0,5% de la población, lo que nos coloca en el primer lugar mortuorio en las estadísticas internacionales. Recordaremos que fue el año en que el país eligió como presidente a un profesor semianalfabeto, con maestría en la Vallejo, que lo único que ha demostrado es una torpeza alucinante de hacer y hacerse año. Fue el año de nuestro bicentenario que no lo celebramos como debería, encontrándonos tras doscientos años como una nación fragmentada por el odio y la intolerancia. Varios Perús que tienen muy poco en común, salvo la elección de personajes del año a Gareca (argentino) y Lapadula (italiano). El fútbol sigue siendo el catalizador que nos reconcilia como nación y sólo en un país como el nuestro se corona como campeón un Alianza Lima que deportivamente mereció disputar la segunda división, teniendo en Barcos (otro argentino) como baluarte principal. A pesar de ello, en 2021 no ha sido del todo nefasto. Ante la crisis sanitaria-económica-política los peruanos han demostrado tener resiliencia y emprendimiento para salir adelante, sin perder el optimismo. Hemos sobrevivido al primer gobierno de Alan, al segundo de Fujimori y a pesar de los esfuerzos comunistas de Castillo-Cerrón-Bellido-Bermejo, veo improbable que nos transformemos en una Venezuela como algunos vaticinan. Para los que nacimos en 1971 el 2021 es el año que cumplimos cincuenta años en este mundo. Fue el año que me contagié y sobreviví al covid y debo agradecer que todavía sigo vivo, al igual que mis círculos familiares y amicales más cercanos. Aunque la enfermedad si ha cobrado víctimas de personas conocidas como Neneco Ferrer, Evaristo Mejía, Hugo Yan, Italo Durán, Clarita Claros o Raúl Rivero Ayllón, maestro de maestros, a quien le estaré eternamente agradecido por haberme brindado tanto apoyo a cambio de muy poco. No sé cómo vendrá el 2022. No sé si derrotaremos al virus y Pedro Castillo seguirá al mando. No sé si Perú clasificará al mundial de Qatar o Alianza Lima sumará algún punto en la Libertadores. Si la actividad minera volverá a desarrollarse con normalidad y el Perú gozará de la misma estabilidad económica que otros países de la región carecen. Lo único que sé es que pase lo que pase, seguiremos adelante. 

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