En el primer tomo hacía revisión
de mis animes favoritos sin trama continuada o encadenada. En el segundo pasaré
revista a las ‘telenovelas’ en dibujos animados, subgénero en que los japoneses
son unos capos. Reitero, al igual que en la lista precedente, mi subjetividad
en el discernimiento.
10. EL REY
ARTURO (Entaku no Kishi Monogatari Moero Āsā) 30 episodios producidos
entre 1979 y 1980 por Masayuki Akehi y Tomoharu Katsumata, tomándose ciertas
licencias para recrear las andanzas del legendario rey Arturo. La historia
principia con la invasión del rey Lavik a Camelot, obligando al rey Uther a
entregarle su hijo al mago Merlín para que quede a salvo, quien a su vez
entrega al recién nacido a una familia de granjeros para que lo críen. Pasan
los años y el joven Arturo consigue extraer la espada Excálibur de la piedra y
se convierte en rey, enfrentándose al cruel Lavik y a su ayudante, una
hechicera llamada Medessa (que substituye a la legendaria Morgana en el
entuerto). El anime contó con una segunda parte: El príncipe del caballo blanco (Moero Arthur: Hakuba no Oji) no
transmitida en el Perú. La canción de intro en español de España decía: “El que
sabe la verdad, el que sabe cómo actuar, es el rey Arturo. El que tiene la
verdad, el que lucha por la paz, el rey es él. Con su espada va a luchar, y la
corte va a ayudar, el rey Arturo... El es el rey Arturo, tan bueno, él lucha
por la libertad”. Programado por América TV en las mañanas, recuerdo a Jessica,
una ex enamorada, quien encontraba churrísimo al personaje.
09. HEIDI 52 episodios entre 1974
y 1977 producidos por Isao Takahata, Atsuji
Hayakawa y Masao Kuroda, corriendo el diseño de los personajes a cargo
de Hayao Miyazaki. Basado en la novela homónima de Johanna Spyri —quizá la más
famosa de la literatura helvética—, la historia trata de una niña que es
enviada a los Alpes suizos a vivir con su abuelo, un gruñón ermitaño que poco a
poco le irá tomando cariño a su nieta. El tema de intro dice: “Abuelito dime
tú, por qué en la nube voy. Dime por qué huele el aire así, dime por qué soy
tan feliz. Abuelito, nunca yo de ti me alejaré”. Programado por Panamericana a fines
de la década de 1970 en el mismo horario dejado por Marco, teniendo el mismo efecto lacrimógeno en la audiencia.
08. GRAND
PRIX 44
episodios elaborados por Rintaro entre 1977 y 1978. Trata sobre un piloto de
carreras llamado Takaya Todoroki que sueña con participar en la Fórmula 1. En
una competencia para principiantes, un desatino suyo ocasiona un terrible
accidente y él, mientras se recupera en el hospital, jura nunca más volver a
correr, sin embargo conoce a Niki Lauda, el famoso campeón mundial, que a lo
largo de la serie aparecerá cubriendo su rostro con una máscara blanca —a
propósito de sus quemaduras en el accidente de Nürburgring— quien lo anima a
competir en la Fórmula 0, una nueva categoría con monoplazas más veloces que en
la F1. Miembro del equipo Katori Motors y conduciendo una máquina especialmente
diseñada para él, el ‘Todoroki especial’, lo curioso es que sea por el motivo
que fuera, siempre terminaba perdiendo. Recién en el capítulo final, Takaya
consigue ganar un Grand Prix.
07. MARCO (Haha wo tazunete sanzenri) 52 episodios elaborados
por Isao Takahata en 1976. Basado en De
los Apeninos a los Andes de Edmondo di Amicis. Obra cumbre de la animación
nipona, al punto de que afirmaría de existe un antes y un después de Marco, nuestro
amigo, quien acompañado por su chango Amenif —en otros lares se le conocía como
Amelio—, parte desde Génova hacia la Argentina en busca de su mamá. Cada
capítulo era una angustia pues parecía que ya la encontraba pero nada, la tía
había partido de Buenos Aires a Bahía Blanca, de ahí a Rosario y, en el
capítulo final, la encuentra en Córdoba, enferma y postrada en una cama (no en
vano el nombre del anime en japonés es: Tres
mil leguas en busca de mamá). Como la gran mayoría de mi generación, me sé
de memoria la intro: En un puerto
italiano... Panamericana anotó un golazo al pasarla a fines de la década de
1970. América intentó tener un éxito similar con Remi, el niño de nadie (le naki ko), pero este anime ambientado en
Francia era tan melodramático como insufrible.
06. LADY
OSCAR (Berusaiyu no Bara) 41 episodios producidos
entre 1979 y 1980 por Tadao Nagahama y Osamu Desaki (el mismo de Cobra y Remi). Su nombre original es La
rosa de Versalles, basado en el manga de Riyoko Ikeda. Ambientado durante
el reinado de Luis XVI y la Revolución Francesa, Oscar es en realidad una mujer
criada como un noble doncel debido a su progenitor, obseso por tener un hijo
varón. Su habilidad con las armas le procuran una exitosa formación militar, llegando
a formar parte de la guardia imperial. Oscar empezará a descubrir o a sentir su
femineidad cuando se enamora de Axel Fersen —quien en la vida real fuera amante
de María Antonieta— y luego, cuando toma conciencia que es una fémina en todo
el sentido de la palabra, se entregará a André, su fiel lugarteniente,
protagonizando una escena de desnudos en medio del bosque que de por sí causó
conmoción en los espectadores peruanos de mediados de la década de 1980.
Transmitido por Panamericana al igual que La
Princesa Caballero (ribon no kishi),
anime que tiene la misma premisa: una chiquilla criada como varón, pero aparte
de ello carecen de otras similitudes.
05. CAPITÁN
RAIMAR (Uchu Kaizoku Kyaputain Harurokku) 42 episodios producidos entre
1978 y 1980 por Rintaro, basándose en el manga de Leiji Matsumoto. El capitán
Raimar es un pirata espacial, de porte gallardo a pesar de la notoria cicatriz
que surca su rostro. Su nave espacial es el Arcadia que guarda muchos secretos
metafísicos, entre ellos el espíritu del constructor de la nave. Entre sus
tripulantes variopintos hay una alienígena que se alimenta de alcohol y habla
como borracha. La historia nos traslada a un futuro donde la humanidad, a causa
de la paz y la estabilidad, se ha vuelto anodina y por ende es presa fácil de
las valusianas, una raza extraterrestre de mujeres bellas pero malignas,
lideradas por la reina Raflesia. El padre de Tadashi Daiba intenta hacerles ver
a sus congéneres esta amenaza, pero es asesinado por una valusiana. Tadashi
busca la ayuda de Raimar y la lucha contra las invasoras se traslada al espacio
exterior. Capitán Raimar era
transmitido por Panamericana los domingos por la tarde. En España y otros
países de América Latina conocen a la serie como Capitán Harlock.
04. NAVE
ESPACIAL (Uchū Senkan Yamato) 77 episodios producidos
entre 1974 y 1981 por Leiji Matsumoto —el mismo de Capitán Raimar—, que le rinde homenaje al poderoso Yamato, el
acorazado más grande de la Segunda Guerra Mundial, un orgullo nacional para los
nipones. La historia nos ubica en el año 2199, el Yamato espacial cuenta
solamente con un año calendario para partir hacia el planeta Iscandar, recoger
el limpiador de Cosmos y retornar a la Tierra para descontaminarla de la
radioactividad producida por el ataque de los malignos habitantes del planeta
Gamilus, lo que obliga a los terrícolas a refugiarse en las entrañas del
planeta. Una verdadera odisea espacial con ciertas reminiscencias a pasajes de
la Biblia como el Yamato haciendo las veces de arca de Noé o la muerte del
barbado capitán, quien se pasa la mayor parte en cama —de hecho agoniza a lo
largo de la serie— observando nuestro mundo en el capítulo final como si se tratase
de Moisés quien observa pero no llega a pisar la tierra prometida. Transmitido
por Panamericana, al final de cada episodio una voz en off recordaba a los
espectadores la cuenta regresiva, jugando con la angustia de si iban o no a
cumplir con el plazo.
03. CANDY
CANDY (Kyandi, Kyandi) 115 episodios elaborados
entre 1976 y 1979 por Shun-ichi Yukimuro, basado en el manga de Kyōko Mizuki y
Yumiko Igarashi. Amada y defenestrada por igual. Yo particularmente no pude
evitar enamorarme de ella a mis tiernos nuevo años, embelesado por sus ojos
verdes, sus bucles dorados y la voz acaramelada de la argentina Cecilia Gispert
para América Latina. No creo que volviera a ser fanático de una serie
televisiva como lo fui de Candy. No me la perdía por nada cuando Panamericana
la transmitió por primera vez en el lejano 1981, los martes y jueves a las 6:30
de la tarde. Estuve tan prendado de ella que intenté dibujar cada una de sus
historias, en un intento de capturarla, quizá poseerla en un pedazo de papel.
Esta declaración, por supuesto, la hago hoy que me acerco a los cuarenta, de
párvulo me habría callado por temor que me tildasen de cabro. Candy Candy fue el primer mahō shōjo que
se vio por estos lares, el primer anime dirigido a mujeres y chibolos de gustos
aframbuesados como yo. La historia es harto conocida —incluso para quienes
juran que nunca han visto ningún episodio—, la niña huérfana, adoptada, que se
le muere el primer amor al caerse del caballo, que se vuelve a enamorar de otro
en un colegio británico, que se hace enfermera, que se va a vivir con un hombre
sin estar casados (una adelantada) y al final ese hombre resulta siendo su
protector y príncipe de la colina. Un melodrama macanudo que a nadie —ni
siquiera a sus más fanáticas— le gustó el final. Incluso en Italia realizaron
una segunda parte no autorizada donde Albert moría de una fiebre tropical en el
África y Candy se quedaba con Terry, el favorito de todas, seguro culpable de
las primeras calenturas en muchas chibolas.
02. COBRA
(Kobura)
31 episodios elaborados por Osamu Dezaki entre 1982 y 1983, basándose en el
manga de Buichi Terasawa, quien a su vez se inspiró en el actor francés
Jean-Paul Belmondo para concebir al personaje. Cobra es un filibustero
inescrupuloso que recorre la galaxia en busca de las tres bellas hijas de un
viejo pirata que ha tatuado en sus espaldas un mapa del tesoro. Lo inusual del
anime era su alto contenido erótico, las féminas eran desnudadas sin ningún
tapujo para beneplácito de la púber teleaudiencia. Nunca pude ver el capítulo
final y sospecho que nunca lo transmitieron en el Perú. Programado en las
tardes, luego en las mañanas muy temprano, llegó el momento en que los directivos
de América TV decidieron cancelarla al percatarse de lo que estaban
transmitiendo a la chibolada... sin embargo, ya era demasiado tarde.
01.
ROBOTECH
El único anime no elaborado en Japón, curiosamente encabeza esta lista. La
serie consta de 85 episodios, producidos en 1985 en los Estados Unidos. Carl
Macek adquirió los derechos de Chō Jikū Yōsai Makurosu, el anime
original que contaba con 36 episodios y si bien se hace notoria la manufactura
gringa, la serie nunca pierde su esencia nipona. Robotech cautivó a toda una generación no por sus escenas de
combate sino por dramas cotidianos de sus personajes en la ciudad Macross, una
plataforma espacial que flotaba a una distancia cercana de la Tierra. Si bien
el protagonismo de Rick Hunter es marcado, debatiéndose entre el amor de la
bella Lynn Minmei y la cerebral Lisa Hayes, las vivencias de Roy Fokker o de
Max Sterling también se siguen con interés. Se adentraba también en el mundo de
los temibles zentraedi, los invasores alienígenas, permitiéndonos conocer su
idiosincrasia bélica y sus costumbres como la separación de ambos sexos. Como
bien decía la publicidad de Retro, el extinto canal argentino de cable cuando
la repuso en 2008: “Mientras luchan por salvar la Tierra, ellos cometen
errores, discuten, pelean, se enamoran, mueren... después de todo son seres de
carne y hueso. Robotech, la serie de
animación con la que te hiciste adulto”. Finalizada la saga Macross, los productores idearon una
segunda saga, la de la hija de Max Sterling y la zentraedi Miría, luego una
tercera saga, pero ninguna tuvo el mismo impacto que la original. Robotech es de esos productos
audiovisuales que no merecen extenderse más de lo necesario.
2 comentarios:
Bueno, hay que separar novelas y cuentos de las "telenovelas" para las que como sazón e ingrediente natural de la misma es la cursilería al punto de llegar a la ridiculez que descartaría, no sólo por sus buenos temas sino por el tratamiento recibido, entre los que mencionas a Marco, El Capitán Raimar, Cobra, y Robotech. Otros animes que te recomendaría y que no tienen nada de telenovela son Evangelion y Lain.
Un abrazo,
En la de Super Grand Prix creo que ganó 2 veces, al final (que rebasó a un monoplaza americano) y otra en Japón (antes del Rally Safari)
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