veinte motivos para NO votar por keiko

01. Por sus escasos méritos políticos. Elegida congresista en 2006 con el mayor voto preferencial —al igual que su hermano Kenji en 2011— y sin embargo su labor ha sido bastante discreta. Nunca escuchamos su voz en ningún debate, más bien se caracterizó por mantener un perfil bajo. Sólo uno de sus Decretos Ley —en un tema irrelevante para el país— ha sido aprobado. Todo un retrato de ineficiencia e ineficacia legislativa.  

02. Por su récord de inasistencias al Congreso. Sea por diversos motivos, su curul estuvo vacía por más de 500 días de licencia —si se tratara de un curso universitario estaría inhabilitada con más de 30% de faltas— y siempre con goce de haber. Hay que agregarle, además, las ausencias de las últimas semanas —también pagadas por el bolsillo de los peruanos— por andar de campaña. Ella y sus asesores igual han cobrado sin sentir siquiera un poquito de vergüenza. 

03. Por su inexperiencia. Nunca en su vida ha trabajado (y ahora se autoproclama defensora de los derechos laborales que su padre abolió). Su labor como Primera Dama (usurpadora de su madre) se ciñó sólo a labores protocolares. Sus treinta y seis años de edad —la misma edad peligrosa de Alan cuando fue mandatario por primera vez— genera resquemores. Como posible presidente ha dado muestras de arrebatos emocionales cada vez que fue criticada, adoptando gestos y actitudes propios de la intolerancia que caracterizaba a su progenitor. Si como parlamentaria fue bastante mediocre, es probable que como mandatario delegue las riendas del gobierno al primer vicepresidente —el intolerante y opusdeísta Rafael Rey—, a su propio padre desde la prisión o se busque (si es que no lo tiene ya) a su propio Montesinos. 

04. Por haber aceptado apoyo del narcotráfico. Tanto en 2006 y posiblemente en 2011, su campaña fue financiada por ‘Olluquito’ Martínez. En el debate presidencial, Ollanta le preguntó si devolvería ese dinero y ella se hizo la desentendida. Es presumible que el vínculo actual de Keiko con ‘Olluquito’ se dé a través de la virtual congresista electa por Áncash, María Magdalena López Córdova, procesada por enriquecimiento ilícito.

05. Por el financiamiento de sus estudios. Según sus propias declaraciones, todos los meses chapaba su vuelo Boston-Lima-Boston para recibir dinero en efectivo del propio tío Vladimiro. Nunca supo explicar por qué su progenitor jamás le hizo un giro  o un depósito en determinada cuenta bancaria como es lo usual. Tampoco se ha esmerado en aclarar de dónde provenían los fondos. Se estima que los estudios superiores de Keiko y sus hermanitos superan con creces el millón de dólares. 

06. Por ser hija de un DELINCUENTE (así con mayúsculas). Alberto Fujimori ha sido sentenciado no solamente por delitos de lesa humanidad —como supone la mayoría de la gente—, también por corrupción al no saber explicar de dónde sacó quince millones de dólares para pagarle la CTS al tío Vladi. En algunos países europeos la Constitución prohíbe tajantemente que un político corrupto vuelva a postular a un cargo público ...alcanzando la inhabilitación a su descendencia hasta la cuarta generación.

07. Por ser Primera Dama de uno de los gobiernos más corruptos de la historia. Es decir, protagonista indirecta de la podredumbre que acontecía bajo sus narices. Si ella era una  ‘mansa palomita’ ajena a todo lo que ocurría en el gobierno presidido por su padre, entonces su falta de perspicacia la inhabilita como posible estadista.

08. Por los millones de dólares que su padre robó y ella se niega a devolver. Algunos hablan de seiscientos millones, otros de diez veces más, es decir, ¡seis mil millones de dólares! básicamente rapiñados del proceso de privatización de las empresas estatales. Keiko, sin embargo, nunca ha admitido que su papaíto haya birlado un centavo. En el debate presidencial Ollanta la emplazó a reembolsar la montaña de billetes —plata del Estado que su padre, presumiblemente, se llevó en cincuenta maletas rumbo a Japón—, pero ella hizo oídos de mercader porque al fin y al cabo es platita que ella y sus hermanitos van a heredar. 

09. Por su nulo poder de decisión. Si bien la candidata se esmera en deslindar diferencias con su padre, es poco creíble que no sea él y sus allegados quienes estén manejando en realidad su campaña. Cuanta agudeza demostró el Gordo Casaretto cuando la imitaba como una gordinflona que no salía del: “¡Hola, besho, abasho!” 

10. Por ser heredera del fujimorismo. O el equivalente a uno de los regímenes más corruptos de la historia. En vez de lavarle la cara al partido de su padre, va con la misma gente cómplice indirecta de tantas atrocidades y hasta hace campaña de la misma forma que hizo su padre, enarbolando los mismos colores —el anaranjado— y con el pésimo gusto de mover el mondongo a ritmo de cumbia, huayno o reggaeton (añoranza al hit tecnocumbiero: El baile del Chino). Los Fujimori piensan que la democracia es una monarquía y, lo peor de todo, que un 20% del electorado peruano también.

11. Por asu plan de gobierno. Que según los analistas políticos es inconsistente y deja muchas dudas, hecho al champazo como el plan de Fujimori en 1990 cuando una oportuna ingesta de bacalao lo salvó de exponerlo en público.

12. Por su nueva postura populista (asistencialista). Armada a la prepo y con oportunismo político para la Segunda Vuelta. Nunca antes había hablado de  ‘Mi primera chamba’,  ‘la Superintendencia laboral’,  ‘combo escolar con desayunos y almuerzos gratuitos’,  ‘elevar el sueldo básico a 700 soles’, ‘cobrar impuestos a las sobreganancias’,  ‘acabar con las services’, etc. Ninguna de estas medidas trasnochadas aparece en su plan de gobierno original. Obvio es que se tratan de promesas electoreras sin ningún fundamento o viabilidad financiera.

13. Por su insensibilidad en materia de Derechos Humanos. Por oponerse, mientras no era candidata a la presidencia, a los resultados de la Comisión de la Verdad. Por no aceptar —y menos pedir perdón— por los crímenes de La Cantuta, Barrios Altos o por las trescientas mil esterilizaciones no consentidas a las mujeres del Ande (y que en algunos casos terminaron con la muerte de las víctimas). Ella, sin ningún pudor —o quizá por ignorancia del asunto— defendió a Aguinaga, el ministro que mismo Mengele ejecutó tamaño crimen contra la humanidad. 

14. Por las torturas a su madre. Porque mientras su madre era mortificada —electrocutada— en el SIN, ella como hija le dio la espalda y nunca le dio crédito a sus denuncias, es más, la propia Susana Higuchi declaró que Keiko puso a sus hermanos en contra de su madre para que no la vayan a visitar. En 2007, la señora Higuchi hizo estas revelaciones a la revista Caretas: “Keiko me abandonó, prefirió el sucio dinero de su padre. Tiene ángel para la gente de afuera, para mí tiene cara de Diablo (...). La conozco, son intimidades familiares”.

15. Por mentirosa. No le creo cuando afirma que se enfrentó a Montesinos durante fujimorato, cuando sostiene que se opuso a la re-elección de su padre y sin embargo continuó siendo su flamante Primera Dama. No creo tampoco que haya financiado su millonaria campaña con rifas y polladas como ella asegura (sin ruborizarse siquiera). Menos en el juramento público que hizo tras los resultados de la Primera Vuelta de no indultará a su apaíto, juramento que carece de sinceridad y tiene mucho de oportunismo electoral.

16. Por su histrionismo. En un principio, antes que ideas concretas, el discurso de Keiko apeló a que ella era la hija-heredera de su padre y sensei, la continuadora de su obra. Luego, al percatarse que ese discursete no le iba a hacer pasar del 30%, cambió el rollo por el de madre abnegada e hija sufrida, que marcaba distancias con el mal ocasionado por el régimen de su padre. En el debate presidencial, la estrategia manipuladora llegó a su clímax cuando dijo sufrir porque: “carga con una cruz pesada por culpa de terceros”. Histrionismo en extremo es sinónimo de conchudez. 

17. Por la gente que la rodea. Básicamente los mismos —o sea los que no están presos— que rodearon a su padre: Jaime Yoshiyama, Luz Salgado, Luisa María Cuculizza, Martha Chávez, Alejandro (esterilizador) Aguinaga, Milagros Maraví, Jorge (“Nosotros matamos menos”) Trelles, etc., muchos de ellos involucrados con Montesinos (menos Carlos Raffo quien por ser enemigo de Vladi, tuvo que renunciar al partido). Muestra de que los tiempos tenebrosos del fujimontesinismo van a retornar son las amenazas públicas de la Chávez contra César San Martín, presidente del Poder Judicial, por haber sentenciado a Fujimori y el retorno de la prensa naranja y servil a la que, lamentablemente, se ha sumado El Comercio.  

18. Por el apoyo manifiesto de políticos con sospechas de corrupción. Encabeza la lista Alan García y su cofradía aprista (acaso compinches de una misma mafia y coludidos en la misma podredumbre). Continúa Lucho Castañeda quien también tiene rabo de paja, del mismo Kuczynski, quien aseguró mantenerse ‘independiente’ y alejado de la política en un primer instante y ahora apoya abiertamente a Keiko y acepta la posibilidad de encabezar un gabinete fujimorista. A ellos se le suman grandes personalidades de vuelo ‘intelectual’ como el ‘Puma’ Carranza, Waldir Sáenz y el ‘Chorri’ Palacios. Como dijo Susana Villarán en algún momento: “le tengo más miedo a los lobbies que a los lobos”.

19. Porque puede liberar a tanto angelito sentenciado por corrupción. A pesar de lo que arrojen los sondeos de opinión, creo que pocos en su sano juicio pueden dudar que tarde o temprano Keiko dejará a su padre en libertad y dejará la puerta abierta para que salgan sus socios del delito, incluso el propio Vladimiro, a quien defendió antes de ser candidata y ahora le endilga todas las culpas para limpiar a su progenitor. No en vano, Montesinos amenazó públicamente en marzo de: “olvidarse de la lealtad hacia su padre si es que ellos se olvidan de él”.

20. Por dignidad. El motivo fundamental. Votar por Keiko es votar por el oprobio, por el perdón a los corruptos, por el pasapiolismo, por la desvergüenza. Keiko, reitero, representa al fujimorismo por más que ahora, al partir de la Segunda Vuelta, se empeñe en convencer de lo contrario (recuerden el debate en Primera Vuelta cuando repetía: “Nosotros cuando fuimos gobierno...”). La frase: “Keiko no es su padre” suena más a excusa de quienes van a votar por ella sin querer sentir remordimientos de culpa... Pero por más que intenten maquillar el móvil, el voto por Keiko es un voto INDIGNO e INJUSTIFICABLE.  

Todas las caricaturas pertenecientes al genial Carlín.