De
todos los documentales contemporáneos, considero que tenemos un puñado que son
de visión obligatoria para todo público: The
Corporation de Mark Achbar y Jennifer Abbot, An Inconvenient Truth de David Guggenheim, Home de Yann Arthur-Bertrand y la trilogía de Zeitgeist de Peter Joseph.
‘Zeitgeist’
significa en alemán ‘espíritu del tiempo’. La expresión se acuñó en el siglo
XVIII cuando Hegel y otros filósofos hacían referencia al papel de los
individuos en los cambios sociales y culturales de su época. El estadounidense
Peter Joseph se apropia del término para titular sus tres documentales: Zeitgeist the Movie (2007), Zeitgeist Addendum (2008) y Zeitgeist Moving Forward (2011), que han
generado controversia en todo el orbe. Se calcula que los filmes —difundidos
gratuitamente por internet— han sido vistos por 124 millones de personas, cifra
poco usual para tratarse de un documental.
Las
vacaciones de enero me han sido propicias para ver en una tarde las seis horas
y media que duran los tres filmes en conjunto, siendo de mi entero agrado. El ‘Proyecto
Zeitgeist’ es provocador, controversial y convincente en algunos pasajes.
Personalmente concuerdo —o mejor dicho, suscribo— varias de sus denuncias y
aseveraciones sobre los mecanismos de dominación social, como el cristianismo
(aunque sí creo que existió un Jesús de carne y hueso, un esenio revoltoso que
murió crucificado y sus discípulos hicieron de su recuerdo una doctrina), ya
que las religiones son asociaciones lucrativas que no pagan impuestos y se
ponen al servicio de los regímenes que las acogen.
Creo
también que Estados Unidos es un imperio gobernado por una ‘Corporatocracia’, es decir, el
gobierno a manos de diversas corporaciones que en contubernio con la CIA, elucubraron
intervenciones bélicas y golpes de estado en muchos países movidos por
intereses económicos. Es así que el propio gobierno norteamericano maquinó los
atentados contra el World Trade Center (revelándonos la destrucción de un WTC #
7, un edificio más pequeño del cual desconocía su existencia) y el Pentágono
con la finalidad de invadir Afganistán (controlando la producción de opio) e
Iraq (por el petróleo).
Concuerdo con que el capitalismo —conocido ahora como ‘neoliberalismo’
o ‘globalización’— no produce bienestar social, más bien hace más grande la
brecha entre ricos y pobres. Dinastías bancarias como la de Rockefeller, J.P.
Morgan, Rothchild, etc., mantienen al estado americano permanentemente
endeudado a través de la emisión de dinero de la Reserva Federal —¡entidad
privada!— que imprime billetes sin que tengan un respaldo en oro u otra materia
tangible (es decir, crean dinero de la nada). Entidades como el FMI o el Banco
Mundial corrompen y esclavizan a las naciones menos favorecidas al imponerles intereses
imposibles de pagar, obligándolas luego a privatizar y poner sus recursos al
servicio de las transnacionales.
Además,
que la Política
no sirve para nada. Los candidatos son financiados por distintas corporaciones
para que velen por sus intereses antes que por los de los sufragantes. Año a
año, la inversión en Salud y Educación se recorta, mientras que aumentan los
presupuestos para adquirir armas y sistemas de represión masiva.
El
sistema actual, basado en el petróleo, boicotea y obstaculiza el desarrollo
tecnológico de otras formas de transporte o producción de energía más baratas,
efectivas y perjudiciales al medio ambiente. Aparte, el sistema alienta las
crisis, desastres, hambrunas, destrucciones, etc., porque la calamidad
representa para los poderosos la oportunidad de acumular más capital (recuerde
a Kuczynski cuando manifestaba sonriente que el tsunami en Japón representaba
una oportunidad para el Perú).
Los
documentales Zeitgeist se diferencian
de otros similares porque ofrecen soluciones de cambio por un mundo mejor a
través de lo que ellos denominan ‘una economía basada en recursos’ que propone,
entre otras cosas, la abolición del sistema monetario, de la clase política, de
las clases sociales y propone el aprovechamiento de los recursos térmicos,
solares, eólicos, marítimos para generar energía y transporte, la creación de
sociedades autosuficientes, etc.
Particularmente
soy escéptico de participar en logias y movimientos. No tengo complejo de líder
pero tampoco de ganado. Sin embargo, sean los argumentos de Zeitgeist utópicos o no, sea improbable
la edificación de un mundo nuevo en donde la abundancia sea tal que beneficie a
todos los seres humanos; lo que me resulta innegable es que el actual sistema
económico depredador, destructivo y cruel que nos gobierna es incivilizado e
insostenible. Algo debemos hacer para dar paso a una nueva era en la que las
mezquindades y ambiciones individuales se dejen de lado y se otorgue primacía a
las necesidades de cada colectivo en su conjunto.
Suena
a falacia, pero estamos en el momento preciso de desarrollar una revolución de
conciencia y pensamiento antes de que sea demasiado tarde y lleguemos a un
punto de no retorno. Sea el ‘Movimiento Zeitgeist’ (que hoy agrupa a más de 500
mil personas en el globo) o de otras iniciativas similares, es el instante que
como individuos hagamos algo por nosotros, por nuestros hijos y por la
humanidad. Como espíritus de nuestro tiempo, si nos ponemos a construir una
utopía, quien sabe, quizá podamos hacerla realidad.
3 comentarios:
La ignorancia es, siempre, perjudicial. Muchos jóvenes, víctimas de cualquier cosa que aparece en YouTube -distraídos entre los videos de gatos haciendo algo gracioso y de loros manejando bicicletas- se han creído por completo las mentiras vertidas en un pseudo documental titulado Zeitgeist. De esos jóvenes, no me sorprende por las razones ya expuestas.
Lo que me sorprendió es del habitualmente docto, casi enciclopédico, Alfieri. Una cosa es ser ateo, pero creerse cada patraña, que usa mentiras tan obvias para sustentarse, ya es un poco jalado de los pelos.
Por eso, creí más que justo y necesario aclarar un par de cosas. Sin embargo, creo que con videíto (ok, audio con la misma foto) de YouTube, y en voz de mi ex jefe y amigo Alejandro Bermúdez -hombre, creo yo, muy docto- lo explique mejor.
Como suele decir Alejandro, que tengan un buen día.
Estimado Dasho:
Siempre agradezco tus referencias hacia mi persona con epítetos "enciclopédicos" que por supuesto me quedan demasiado-demasiado grandes.
ZEITGEIST es un proyecto polémico e hiriente para personas susceptibles. Considero, sin embargo, que a pesar de sus falacias y de sus propuestas utópicas (y poco probables), tocan muchos puntos necesarios para despertar conciencia.
Los documentales (que distan mucho de ser videuchos) tienen aseveraciones grotescas (la hipótesis de un Cristo Zodiacal es debatible). Personalmente, alguien como yo que ha leído a Voltaire y otros filósofos anticlericales, sus argumentos anti cristianos me parecen endebles. ZEITGEIST vale por los otros segmentos, por lo del 11-S, la Reserva Federal, las guerras y golpes de Estado en otras naciones, la Corporatocracia, la mafia establecida por las petroleras. Su satanización del actual Sistema Monetario es algo que yo no termino todavía de digerir, pero me parece bastante interesante.
Sobre su postura antirreligiosa (que reitero es lo más cuestionable), particularmente considero un absurdo intentar borrar al Jesús histórico (en lo que sí creo). Sin embargo, estoy convencido de que en el Proceso de Divinización de Cristo (de hacerlo Dios o Hijo de Dios) que le tomó a los padres de la Iglesia un promedio de tres siglos, se tomaron elementos mágico-mitológicos de otras culturas (no sólo de Horus) para enganchar a los romanos, su principal público objetivo. Las similitudes entre Cristo y Horus son ficciones antojadizas (lo del nacimiento de una Virgen, bautizo, doce discípulos, crucificción, etc.) que desacreditan la seriedad en ese segmento, pero reitero, la fuerza de un documental como ZEITGEIST no va por esa parte sino por el descubrimiento de los actuales poderes que dominan al mundo.
No creo que hayas visto los documentales, Dash. Si los ves, me gustaría saber tus opiniones sobre los temas extra religiosos ahí abordados.
¿Sigues creyendo que el Calentamiento Global es una mentira?
Un abrazo.
No lo vi completo, eso lo reconozco. Vi la parte anticristiana, que finalmente, es la que particularmente más me tocaba. Si el resto del documental tiene el mismo rigor que esa primera parte, pues tampoco creo que amerite el esfuerzo audiovisual.
Habiendo admitido el no haber visto las partes que te han fascinado tanto (que no es lo mismo que "gustar", de acuerdo a Oscar Wilde), sólo una anotación adicional Las teorías de la conspiración, en general, me parecen burdas. En muchos casos, entretenidas... pero burdas.
No creo que por ahí parta la toma de conciencia necesaria para "cambiar el mundo", puesto que son rumores, conjeturas, cosas que podrían o no ser reales. Lo concreto es darse cuenta que hay una crisis, que no es simplemente económica o social, sino que hay una en el corazón de cada hombre. De ese propio descubrimiento es de donde podrá partir un cambio del mundo sincero y permanente.
Un abrazo, Fierro.
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