Todos los años fallecen personas importantes para determinada familia, sociedad o la humanidad en general. Si bien restan unas semanas para que finalice el año —si no se acaba el mundo este 21 de diciembre según el calendario Maya—, si tuviera que mencionar a doce hombres y mujeres cuyos decesos en este 2012 me tocaron personalmente mencionaría a: Neil Armstrong, primer hombre en pisar la Luna y por ende todo un héroe para toda la Humanidad; Ernest Borgnine, actor de Marty y ‘Dutch’ en The Wild Bunch; Ray Bradbury, autor de Crónicas Marcianas y Farenheit 451; Carlos Fuentes, autor de Gringo Viejo y La muerte de Artemio Cruz; Robin Gibb, la mejor voz de los Bee Gees; Etta James, cantante de uno de los temas que forma parte del soundtrack de mi vida: I’d Rather Go Blind; Sylvia Kristel, eterna Emmanuelle; Tony Scott, director de muchos blockbusters y un filme de culto: The Hunger; Luis Alberto Spinetta, cantautor de Tema de Pototo y Cementerio Club; Donna Summer, reina indiscutida de la música Disco; y sobre todos, mi querida tía Rosita, hermana mayor de mi mamá a quien aprendí a querer como una segunda madre y que merecería un post tan grande como todo el cariño que me brindó en vida.
El décimo segundo en cuestión se llamaba Fuad Jorge Jury, hombre a quien toda América Latina conoce como Leonardo Favio. Ayer por la noche chateaba en Facebook con mi alumno y gran amigo Juan Carlos González, quien por edad y sapiencia el maestro debería ser él, sobre este ídolo de masas que en el Perú era muy conocido por sus canciones y casi nadie conocía, o había visto, alguna de sus películas. Justamente sobre esta habilidad muy poco difundida, giró nuestra conversación, que corregida, armada y editada a modo de entrevista publicó a continuación.
—Oe, se murió Leonardo Favio.
—Mi vecino del tercer piso me lo recordó a lo largo de toda la semana. Fanático de Favio, no para de poner a todo volumen Mi amante niña mi compañera o Ella ya me olvidó.
—Oe, se murió Leonardo Favio.
—Mi vecino del tercer piso me lo recordó a lo largo de toda la semana. Fanático de Favio, no para de poner a todo volumen Mi amante niña mi compañera o Ella ya me olvidó.
—Acá lo conocen sólo por dos o tres baladas, pero era un líder peronista. Recuerda que estuvo en ese problema de la matanza a la llegada de Perón. Orlando Netti era uno de sus mejores amigos.
—Entre Netti y Favio hay diferencias abismales.
—Pero paraban juntos. Netti lo admiraba bastante, fueron bastante allegados. ¿Sabías que Favio cantaba para financiar su carrera de cineasta? Un cineasta respetado en Argentina fue Leonardo.
—Saber que Favio habíah hecho cine fue para mí una revelación.
—¿Cuándo lo supiste?
—Creo que en 2004 o 2005 cuando a través de FilmAffinity (web de cine que sigo regularmente) quise saber según los puntajes de los suscritos cuales eran las las películas más valoradas de la historia y figuraban dos o tres películas de Favio.
—Entre Netti y Favio hay diferencias abismales.
—Pero paraban juntos. Netti lo admiraba bastante, fueron bastante allegados. ¿Sabías que Favio cantaba para financiar su carrera de cineasta? Un cineasta respetado en Argentina fue Leonardo.
—Saber que Favio habíah hecho cine fue para mí una revelación.
—¿Cuándo lo supiste?
—Creo que en 2004 o 2005 cuando a través de FilmAffinity (web de cine que sigo regularmente) quise saber según los puntajes de los suscritos cuales eran las las películas más valoradas de la historia y figuraban dos o tres películas de Favio.
—Eterna tanatofilia. Esperar que alguien se muera para recién valorarlo y conocer el trabajo que en vida muchas veces ignoraron. Favio en el Perú era conocido por un puñado de canciones y a nadie le interesaba conocerlo más. Lo mismo sucede con Piero que viene y sólo le preguntan por Mi viejo.
—En realidad conocemos muy poco del cine argentino, de cineastas legendarios como Leopoldo Torre Nilsson, quien animó precisamente a Favio a ponerse detrás de las cámaras.
—Favio es un cineasta de culto en su país.
—Sí, de la forma como Armando Robles Godoy lo es en el Perú. A ambos los hermana la búsqueda de una fotografía preciosista y onírica, la búsqueda de que una imagen tuviera múltiples interpretaciones.
—En realidad conocemos muy poco del cine argentino, de cineastas legendarios como Leopoldo Torre Nilsson, quien animó precisamente a Favio a ponerse detrás de las cámaras.
—Favio es un cineasta de culto en su país.
—Sí, de la forma como Armando Robles Godoy lo es en el Perú. A ambos los hermana la búsqueda de una fotografía preciosista y onírica, la búsqueda de que una imagen tuviera múltiples interpretaciones.
—El hecho que haya realizado otra actividad para financiar su afición me recuerda a Vittorio de Sica y a John Cassavetes.
—Favio también actuó en algunas películas. Lo vi haciendo de hijo de Martín Fierro en la película homónima de Torre Nilsson y en otra con tintes autobiográficos llamada Fuiste mía un verano. A diferencia de Cassavetes y De Sica, Favio actuaba mal.
—Raro para un cantante con tanto histrionismo sobre el escenario.
—Ese era su problema, precisamente. Actuaba como cantaba.
—¿Sabes de otro músico que haya hecho cine?
—Me agarras frío en este momento. Se me vienen escritores a la mente. Hanif Kureishi filmó London Kills Me y Vargas Llosa su versión de Pantaleón y las Visitadoras en República Dominicana.
—¡Claro! Con Sylvia Gálvez y Camucha Negrete.
—Sólo he visto una escena donde la ‘China’ Gálvez muestra sus buenas gomas.
—Los críticos argentinos consideran a Crónica de un niño solo como la mejor película de la historia.
—Me parece una exageración.
—¿Has visto la película?
—He visto casi todo Leonardo Favio. Me faltan Soñar, Soñar y Perón, sinfonía de un sentimiento (que no la veo porque dura seis horas). Todas se pueden encontrar en YouTube.
—¿Por qué dices que la primera ubicación de Crónica... es una exageración?
—Porque existen películas argentinas superiores como La Historia Oficial de Puenzo, Un Lugar en el Mundo de Aristaraín o El Hijo de la Novia de Campanella. yo no digo que Crónica... no sea una buena ‘pela’ —a pesar que su calidad de sonido es infame—, pero está muy por debajo de Los 400 Golpes que aborda el mismo tema. Tiene tomas interesantes como la atmósfera claustrofóbica del patio de recreo del reformatorio o la de los niños desnudos corriendo por el bosque. Me parece un ensayo estilístico del cineasta que sería más adelante.
—El Romance del Aniceto y la Francisca también figura entre las diez mejores. Vi esta película y también la nueva versión, Aniceto —su última película—, que a mi parecer, no la debió filmar.
—El Romance... por ejemplo me parece una cinta mejor lograda que Crónica..., pero no estoy de acuerdo con lo que dices sobre Aniceto. En primer lugar, no es la primera vez que un cineasta revisiona una película filmada anteriormente. McCarey lo hizo con Love Affair, Capra con Lady for a Day y Hitchcock con The Man Who Knew Too Much. Ahora la puesta en escena de Aniceto es totalmente distinta a la original. Esta es una coreografía de ballet que me recuerda visualmente a E la nave va de Fellini. Creo que lo más flojo de la nueva versión es que no consigue retratar la degradación moral a la cual cae el personaje interpretado por Federico Luppi. La escena cuando negocia el gallo con el pibe de lentes es buenísima.
—A mí me gusta El Romance... pero me parece que copia mucho de Blood and Sand. Aniceto es Juan, la Francisca es Carmen Espinoza y la Lucía es Doña Sol, el triángulo amoroso entre la ‘santita’ y la ‘putita’.
—La historia está basada en un El Cenizo, relato de su hermano Jorge Zuhair Jury, quien posiblemente tomara elementos de la obra de Vicente Blasco Ibáñez o de Carmen de Bizet.
—De todas las que has visto, ¿cuál consideras que es le mejor película de Leonardo?
—No sé si la mejor, pero la que más me gusta es El dependiente con Walter Vidarte (el típico tipo insignificante a lo Peter Lorre) y Graciela Borges (gran diva del cine gaucho). Una historia mínima, desarrollada en un pueblo cualquiera, donde la chica tímida en el fondo es una arpía que manipula al novio para que cometa cualquier acción execrable con tal que le permita escapar de su vida miserable. Tiene elementos de El corazón delator de Allan Poe. En segundo lugar ubicaría a Juan Moreira, su versión sobre el célebre bandolero gaucho del siglo XIX, que reúne varios tópicos del western.
—El Romance del Aniceto y la Francisca también figura entre las diez mejores. Vi esta película y también la nueva versión, Aniceto —su última película—, que a mi parecer, no la debió filmar.
—El Romance... por ejemplo me parece una cinta mejor lograda que Crónica..., pero no estoy de acuerdo con lo que dices sobre Aniceto. En primer lugar, no es la primera vez que un cineasta revisiona una película filmada anteriormente. McCarey lo hizo con Love Affair, Capra con Lady for a Day y Hitchcock con The Man Who Knew Too Much. Ahora la puesta en escena de Aniceto es totalmente distinta a la original. Esta es una coreografía de ballet que me recuerda visualmente a E la nave va de Fellini. Creo que lo más flojo de la nueva versión es que no consigue retratar la degradación moral a la cual cae el personaje interpretado por Federico Luppi. La escena cuando negocia el gallo con el pibe de lentes es buenísima.
—A mí me gusta El Romance... pero me parece que copia mucho de Blood and Sand. Aniceto es Juan, la Francisca es Carmen Espinoza y la Lucía es Doña Sol, el triángulo amoroso entre la ‘santita’ y la ‘putita’.
—La historia está basada en un El Cenizo, relato de su hermano Jorge Zuhair Jury, quien posiblemente tomara elementos de la obra de Vicente Blasco Ibáñez o de Carmen de Bizet.
—De todas las que has visto, ¿cuál consideras que es le mejor película de Leonardo?
—No sé si la mejor, pero la que más me gusta es El dependiente con Walter Vidarte (el típico tipo insignificante a lo Peter Lorre) y Graciela Borges (gran diva del cine gaucho). Una historia mínima, desarrollada en un pueblo cualquiera, donde la chica tímida en el fondo es una arpía que manipula al novio para que cometa cualquier acción execrable con tal que le permita escapar de su vida miserable. Tiene elementos de El corazón delator de Allan Poe. En segundo lugar ubicaría a Juan Moreira, su versión sobre el célebre bandolero gaucho del siglo XIX, que reúne varios tópicos del western.
—La película más taquillera de Favio fue Nazareno Cruz y el lobo, la que tiene como soundtrack el tema Soleado de Daniel Sentacruz Ensemble.
—Nazareno Cruz... es una leyenda paraguaya sobre un licántropo, Favio la hizo entusiasmado por el realismo mágico que predominaba en América Latina gracias a Cortázar y García Márquez, pero sazonado con elementos de la mitología griega. Me parece que su estilo bucólico llega al extremo en este filme, lo que puede resultar hasta cierto punto chirriante. Lo mejor es la entrevista del Nazareno con el Diablo, llamando la atención que la portera de los Infiernos se pronuncie en quechua.
—¿Y que opinas de Gatica, el Mono?
—No es mala, pero a mi gusto bebe bastante de Raging Bull de Scorsese. La mejor parte es cuando ya retirado y trabaja en un restaurante, gomea a un cliente que quiere a la fuerza que se tome una foto con él y su familia.
—Con esta pregunta termino, ¿te gusta o no el cine que hizo Leonardo?
—Me parece que fue un cineasta influenciado —en bien— por diversos cineastas europeos como Fellini, Buñuel, Bergman y Tarkovski. Se preocupó siempre por contarte una buena historia a través de tomas estéticamente muy bien cuidadas, pero no exentas de crudeza, como la pelea de gallos en Aniceto. El cine latinoamericano acaba de perder, sin dudas, a un referente.
1 comentarios:
...y uno puede estar horas de horas conversando con Alfieri de cine,música y la conversación se torna más interesante.
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