No clasificar a un Mundial es un golpe muy duro
para el aficionado y para los propios jugadores que como profesionales aspiran
estar presentes en la máxima justa internacional. Así juegues años en las
principales ligas europeas, así coseches títulos y elogios por su romance con
el gol, no haber disputado un partido mundialista es algo que le dolerá por
siempre, es una mácula que ensucia su trayectoria deportiva.
Claudio Pizarro, llamado en Alemania el ‘bombardero
de los Andes’, tuvo la mala suerte de pertenecer a una generación perdedora. De
haber nacido veinte años atrás habría formado parte de las postrimerías de la
última camada, no digamos ‘ganadora’ pero sí ‘clasificadora’ y podría haber
extendido la presencia mundialista de Perú hasta México ’86.
Con el respeto que me merecen Flavio Maestri,
Franco Navarro, Guillermo La Rosa, Perico León, Juan Seminario, Valeriano López
y voy a ser ‘hereje’ y meterme con figuras legendarias como Alejandro
Villanueva o Lolo Fernández, considero que Claudio ha sido el mejor centro forward
—número nueve— que ha parido el fútbol peruano. El único que ha sido
protagonista de un torneo de primer nivel como la Bundesliga —con un mal paso
infructuoso en el Chelsea— y estampar su nombre entre los nueve máximos
goleadores del campeonato alemán. Ninguno de estos logros será reconocido con
el aficionado que siempre le tuvo bronca —como se la tuvieron a Maestri en su
momento—, por considerar que nunca se entregó íntegro, al 100%, por los colores
patrios, anteponiendo primero su futuro en Europa antes que el compromiso con
la selección. Merecida o no esa imagen, Claudio debe ser el capitán más
impopular —y resistido— de todos los tiempos. Las malas jornadas de los últimos
procesos eliminatorios tendrán su rostro y eso no se podrá borrar del inconsciente
colectivo.
Hoy fue su último partido con la selección, a
puertas cerradas en el Nacional tras los desmanes del pasado encuentro frente a
Uruguay y posiblemente ya no lo veamos por estas canchas. Su anunciado retiro del
fútbol en Alianza Lima no va a darse porque tiene miedo de la delincuencia y
secuestros que ocurren en la capital, por eso ha decidido acabar su carrera y
quedarse a vivir en Alemania. Quizá lo veamos en un partido de exhibición o ‘despedida
de alguien’.
Se fue ubicándose cuarto en la tabla de
goleadores históricos de la bicolor, con 19 tantos, igualando al ‘Chorri’
Palacios —ídolo de las multitudes a pesar de no haber conseguido nada con Perú
al igual que Pizarro— y Paolo Guerrero (quien todavía tiene edad para marcar
más goles). Tuvo la oportunidad de alcanzar —y superar— las 20 anotaciones de
Ñol Solano (los 24 de Lolo y los 26 del ‘Nene’ Cubillas eran inalcanzables)
pero tuvo que contentarse con el magro empate 1-1 frente a Bolivia.
No lo veremos más con la camiseta albirroja pero
a Claudio, que hubiera sido titular en cualquier selección del mundo (pero
nació peruano), le queda todavía cuerda para tentar otras marcas personales,
marcas que muchos celebraremos pero pasada la euforia poco recordaremos porque
cometió el pecado de no habernos llevado a un Mundial.
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