No existe en el cine género más
antiguo que el documental y sin embargo es uno de los menos populares. Se
inició el mismo día que los hermanos Lumière registraron con su invento La salida de los obreros de la fábrica o
La llegada de un tren a la estación. Los
buenos de Louis y Auguste no entendieron en su momento la potencialidad de la
imagen. El desarrollo del lenguaje fílmico llegaría de la mano de otros
cineastas. Si bien a fines del siglo XIX y principios del siglo XX se siguieron
realizando documentales o registrando eventos políticos, sociales o deportivos,
las bases del género la establecieron propiamente cineastas como Robert
Flaherty con Nanook of the North y
Dziga Vertov con Chelovek s
kinno-apparatom (1), convirtiéndose cada uno de ellos en una escuela, en
una vertiente de cómo representar la realidad en la pantalla grande.
Se conoce como documental el cine
que toma o registra imágenes de la realidad, historias cotidianas de acontecen
a nuestro alrededor, que los espectadores luego veremos según los puntos de
vista que maneja —manipula— el
realizador. Existen diversas maneras de presentar la ‘vida misma’ por lo que
muchas veces los espectadores se preguntan cuánto de ficción hay en el
documental (2).
Los documentales más populares son
aquellos que con fines pedagógicos o de mero entretenimiento muestran la fauna
y la flora, paisajes exóticos o ciudades como destinos turísticos (3). Menos
populares y de visión restringida resultan los documentales de contenido
político, transmisores y transgresores de ideologías, los que por naturaleza
resultan incómodos en los círculos de poder. Los soviéticos fueron primeros
documentalistas políticos. Lenin y posteriormente Stalin vieron en el cine el
potencial para adoctrinar a una masa básicamente ignorante y, en muchos casos,
analfabeta. Goebbels vislumbró el mismo poder de seducción de la imagen y
promovió la carrera documentalista de Leni Riefenstahl (4). El primer
documentalista no amparado por un régimen autocrático fue el holandés Joris
Ivens (5), famoso por su cortometraje Regen.
Reconocidos cineastas de ficción han
incursionado en el documental. Sergei Eisenstein con ¡Qué viva México!, Luis Buñuel con Las Hurdes, tierra sin pan, John Ford y John Huston con
documentales bélicos durante la Segunda Guerra, Alain Resnais con la notable Nuit et Bruillard, Glauber Rocha durante
la revolución de las Rosas en Portugal (6). Otros nombres renombrados como el
de Jean-Luc Godard, Martin Scorsese y Oliver Stone (7) se agregan a la lista.
En 2003, con el Oscar a Mejor Documental
para Bowling for Columbine de Michael
Moore (8), el documental político, injustamente postergado, ha comenzado ha
ganar terreno. El documentalista de hoy asume un papel de denunciante. Arremete
contra el Sistema acusando a los círculos de Poder de destruir ecológicamente
el planeta, de socavar moralmente a la sociedad, a las mafias y malos manejos,
al culto exagerado del Capital como el bien supremo. El documental político
incomoda, se convierte en una piedra en la bota, en una voz de protesta en medio
de un océano silente donde la comunicación se sujeta a los presupuestos de
publicidad y marketing.
Las películas de contenido político
deberían ser de visión obligatoria en las universidades y otras casas de
estudio. Alrededor de ellas deberían generarse debates y mesas de diálogo.
Despertar la conciencia de las personas y hacerlas tomar una postura ideológica
que, lamentablemente, la resaca neoliberal nos ha venido aletargando. Con esa
finalidad, la Facultad de Humanidades de la Universidad Privada del Norte acaba
de programar para los últimos días de noviembre una muestra de cine documental
político, con la intención de dar a conocer el lado feroz y poco amable de la
globalización. Los títulos son: The Corporation (2004) de Marck Achbar & Jennifer Abbot, Mondovino
(2004) de Jonathan Nossiter, Le cauchemar de Darwin (2004) de Hubert
Sauper, Nos amis de la banque (1997) de Peter Chappell, A Decent
Factory (2005) de Thomas Balmes, Ouvrières du monde (2000) de
Marie-France Collard y Le banquer des humbles (2000) de Armirul Arham. The Shock Doctrine (2009) de Michael
Winterbottom & Mat Whitecross. Son
imágenes duras que nos golpean con una realidad que ignoramos —o que preferimos
ignorar—, que nos llevan a reflexionar y nos ponen en alerta ante el marasmo en
el que nos encontramos inmersos.
1. Chelovek s kinno-apparatom es el trabajo más famoso de
Vertov, cineasta que venía realizando cortos experimentales desde 1919 hasta
que conoció la obra del alemán Walter Ruttman que lo incentivaría a afinar su
estilo rupturista.
2. Benjamin
Christensen con la notable Häxan
(1922) fue uno de los pioneros en mezclar el documental y la ficción dramática
para trazar la relación de los europeos a través de los siglos con el
ocultismo, la brujería y la magia negra.
3. Berlin - Die
Symphonie der Großstadt de Walter Ruttman fue la primera película que tuvo
a una ciudad como protagonista.
4. Según los
chismorreos de la época, Goebbels y Riefenstahl eran amantes y por eso la
eligió para convertirse en la cineasta oficial del Tercer Reich.
5. Ivens era un comunista consumado. Su filiación ideológica
aparece plasmada en toda su filmografía.
6. El triunfo de la
revolución cubana surgieron en América Latina un puñado de cineastas
comprometidos con la Izquierda como Pino Solanas, realizador de La hora de los hornos, Patricio Guzmán
con los tres segmentos de La batalla de
Chile, Miguel Littin con Compañero
presidente, etc.
7. Amigo personal de
Hugo Chávez, Stone realiza en su homenaje el documental South of the Border donde denuncia la política poco amistosa de los
Estados Unidos con sus vecinos del sur.
8. Moore recibió el
Oscar a los cuatro días de la invasión de la OTAN a Iraq y emitió una serie de
improperios memorables contra Bush y sus secuaces. Desde ese día la libertad de
expresión en los Estados Unidos quedó restringida. Las emisiones de
espectáculos ya no son ‘en vivo’ sino que son transmitidas con cinco a diez
minutos de atraso para evitar que se repitan incidentes similares. Dos años
después Moore recibiría la Palma de Oro de Cannes por Fahrenheit 9/11.
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