La encuestocracia vuelve a ganar protagonismo en estas elecciones. Porcentajes de más o de menos y cambio de ubicación entre unos y otros. Lo único en que coinciden todas las encuestadoras es que a dieciocho días del «Día D», la diferencia entre el que lidera las preferencias y el ubicado en el quinto lugar es de apenas ocho puntos, una diferencia menor, un quíntuple ‘empate técnico’ por lo que cualquiera de los cinco puede llegar a la Segunda Vuelta.
La intención de voto es volátil en el Perú. Nos comportamos como las mujeres que a la hora de vestirse no saben que chachá ponerse. Yo mismo que en otras ocasiones ya tenía mi voto definido, hace un par de semanas cambié de parecer, desencantado por la sobreexposición de un candidato y animado por otro que ha ganado popularidad. ¿Quiénes serán los que quedarán en competencia después del 10 de abril? En una campaña electoral más sucia que las predecesoras, pienso que el meollo se resolverá de la siguiente manera:
LUCHO: La falta de labia y de carisma se unen a su escasa transparencia. El Mudo no ha sabido hacerle frente a las acusaciones por malversación en su pasada gestión edil. Muchos cuestionan la labor fiscalizadora de la Villarán cuando resulta que mejor la haga en este momento antes de que salga elegido presidente y goce como tal de inmunidad. Descendió de 19% a 15% y la tendencia es que siga en picada hasta el quinto escalafón. Magro score para quien paradójicamente, según todas las encuestadoras, sería imbatible contra cualquiera en la Segunda Vuelta.
ALEJANDRO: Al igual que Lourdes Flores en su momento, líder de la intención de voto desde noviembre hasta hoy. Su problema, al igual que el de Lulú, es que él mismo se ha convertido en su propio enemigo. El Cholo cuando habla la embarra. Tuvo en diciembre la salida inteligente de afirmar: “por cada ataque, yo lanzaré una propuesta” (claro que el abuso de propuestas podían hacerle ver como un improvisado). Sin embargo, en las siguientes semanas se dedicó a responder las diatribas de manera burda, olvidándose de una lección primordial en el marketing político: “el líder se debe defender, pero jamás poniéndose al nivel de sus atacantes”. Toledo pisó el palito, se picó y bajó de un sólido 28% a un preocupante 23% con tendencia al desplomarse. Mi simpatía a su candidatura gracias a los méritos de su primera gestión, se ha desplomado y así como va fijo que termina en la cuarta ubicación.
PPK: En dos semanas pasó del 6% al 15% con tendencia a seguir creciendo. Según los marketeros, el éxito se fundamenta en ponerse en movimiento, estar en contacto directo con la gente, al uso de las redes sociales, a BTL’s como el «ppcuy», a generar noticia —publicity— antes que realizar una propaganda millonaria en medios masivos y, sobre todo, contar con el apoyo de los principales medios (los que hasta hace poco apoyaban a Toledo). Pienso que el eslogan: “Vota por el mejor”, está calando y un sector comienza a creérselo. Yo he decidido votar por él porque aparte de los lobbies, lo veo como una persona progresista, un tecnócrata —más que un político— con el criterio para mantener el crecimiento macroeconómico mientras que el panorama internacional —Estados Unidos y Europa— se vislumbra tormentoso. Con generosa simpatía en los estratos altos y medios, le falta hacerse más fuerte en los sectores populares, el voto masivo que decide una contienda. Que le vuelvan a toquetear las tragalailas.
OLLANTA: En un principio creí que carecía de la fuerza de 2006 cuando quedó primero en la Primera Vuelta, vislumbrando que en el mejor de los casos obtendría un 15% y quedaría cuarto lugar. Las encuestas señalan claramente que me equivoqué. El comandante en retiro se ubica con 17% de preferencia y con claras opciones de seguir creciendo. Su campaña publicitaria es de lejos la más brillante en competencia. El polo rojo izquierdista ha mutado a una camisita blanca reconciliadora y él mismo ha sabido dejar de lado su fanfarria revolucionaria por un discurso solvente y abierto al debate. El nacionalismo ha quedado guardado en el armario. Sus propuestas sociales suenan populistas y razonablemente solventables por igual. El voto por Humala no parece volátil como el de PPK, Toledo o Catañeda, trío que se pelea por el mismo perfil del electorado, creando una Derecha fraccionada a diferencia de una Izquierda más cohesionada. El ‘cuco’ va a llegar tranquilo a la Segunda Vuelta.
KEIKO: Inamovible en el segundo casillero, a pesar del empeño de algunas encuestadoras de colocarla tercera. La hija de Fujimori, quien apenas esgrime un chamullo mal aprendido, cuya labor congresal fue bastante discreta, que enarbola lo bueno del Fujimorato y se hace la loca con lo hediondo, que lo único confirmado a realizar es poner en libertad a su progenitor y secuaces —incluido su tío Vladi quién ha amenazado con ‘olvidarse’ de la lealtad que le tiene a su padre si se olvidan de él—, cuenta con un voto fuerte de una masa convencida de que el Chino fue lo mejor que le pudo pasar al Perú. Con 19% inalterable, que no quepa duda que cuenta con un ‘voto oculto’ que tranquila la elevan a 23%. Suficiente para pasar a la Segunda Vuelta.
Bajo ese panorama, los candidatos para la Segunda Vuelta son Keiko y Ollanta y se me escarapela el cuerpo al pensar que la hija de un delincuente —ladrón de millones y millones de dólares— cuente con la primerísima opción de convertirse en presidente. ¿Seremos los peruanos tan brutos de permitir un atropello histórico de tal magnitud? Hago votos por equivocarme y que una de las dos mejores opciones —PPK o Toledo— llegue a la Segunda Vuelta. Hagamos fuerza.
5 comentarios:
no llores, apechuga nomas, fierro, y a votar por humala en segunda vuelta es la voz. si puedes, ponte de personero, para que no se la ganen en mesa, es lo que voy a hacer esta vez porque no vi personero alguno en las mesas de votacion del lugar donde asisti a votar y no me pude poner de voluntaria porque fui con otras personas en una sola movilidad y la distancia entre casa y el lugar de votacion era enorme. el caso es que hay que hacer todo lo posible por evitar que valdi vuelva a ser presidente
Me parece increíble que por única vez en la vida estemos de acuerdo. ¡Ollanta es la voz! Estas semanas haré campaña por él en la Universidad.
¿Ollanta, la voz? Obviamente no queremos más a una tìtere de los dictadores de los 90, sin embargo nos arriesgamos a la privación de nuestras libertades (miren cómo están los medios de comunicación en Veezuela) (y Peruanos en Venezuela prefirieron votar por Keiko antes que por Ollanta) ... profe... ¿qué pasaría (en el hipotético e idílico caso) si los dos tercios del país votaran viciado y las elecciones se anulan? ¿volverían ser candidatos los mismos de la primera vuelta? ¿se elegiría por los mismos de la segunda vuelta dentro de 3 meses?... No sé si sea buena opción, pero no solamente yo me resigno a elegir entre el atraso y corrupción, y lo mismo...
asu!! asi no vale, fierro, tonces ya no vamos a pelear? que aburrimiento!! el cabezon se puso muy rutinario y no me da la contra ultimamente, vengo a ti en busca de consuelo, y mira lo que me encuentro!!! noooooo!!! la muertetetete!!!
Querida Alejandra:
Qué gusto saber de ti después de tanto tiempo. Espero te encuentres bien. Hubiera querido que PPK esté en Segunda Vuelta, pero como no fue así, considero que Ollanta es el mal menor por las siguientes razones:
01) Si bien en las elecciones pasadas estaba enlazado con Chávez, ahora parece más ligado con Lula que para mí fue un presidente extraordinario en Brasil.
02) Es probable que cumpla con combatir la corrupción y podredumbre que es la causa proncipal porque los peruanos no gocemos el cacareado crecimiento económico.
03) Es probable que parte de sus propuestas populacheras salgan de las sobreganancias a las mineras y otras empresas. Bachelet en Chile hizo programas sociales y no hubo ningún giro al timón económico.
04) Es probable que Perú Posible y otras tendencias DEMÓCRATAS flexibilicen ciertas posturas radicales. Asimismo, la posible presencia de Beatriz Merino y otras personalidades de renombre.
05) El Perú necesita con urgencia un giro socialista sino quiere ahondar las diferencias y se produzca más resentimiento social que genere en futuros movimientos terroristas. La Derecha ha gobernado el país por 21 años, es tiempo que el gobierno pase a un socialismo responsable. Eso se llama alternancia democrática.
06) Todo el radicalismo de Ollanta no tendría eco en el congreso donde su partido maneja la tercera parte. No podría hacer un autogolpe pues no cuenta con el apoyo de los militares (no me imagino a generales y coroneles poniéndose al servicio de un "comandante"). Así que si quiere terminar sus cinco años, debe gobernar con mesura.
07) De todo lo que se le acusa a Ollanta: Reelección perpetua, cambio de Constitución, dictadura, control de los medios de comunicación... fueron los pecados de Fujimori y que yo sepa, Keiko reivindica todas las acciones de su padre y todo lo malo le echa el pato a Vladi. Así que prefiero votar por un probable autócrata antes que a una autócrata con pedigree comprobado.
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