¿En qué momento se
jodió la afición al pugilismo en el Perú? El pasado 14 de abril en el Coliseo Dibós de San Borja,
un peruano ha logrado —por fin— coronarse campeón mundial de box de la AMB y la
noticia fue recibida sin pena pero con poca gloria por la mayoría de sus
compatriotas.
Poca relevancia si consideramos
que es la primera vez que un
pugilista lorcho varón consigue tremenda hazaña, no importa que haya sido en la
categoría Minimosca en la que los boxeadores son tumbados hasta por un
ventarrón. Es un triunfo altamente acariciado y nunca logrado. En 1983 por
ejemplo, tres rankeados nacionales lo intentaron y los tres fueron noqueados.
Ibáñez frente al japonés Watanabe, el trujillano Romerito frente a ‘Boom Boom’
Mancini y Rivadeneyra frente a Michael Spinks.
Alberto 'Chiquito'
Rossel ha
reivindicado con sus puños a nombres históricos como 'Bom Bom' Coronado,
'Antuco' Frontado (natural de Chiclín), Mauro Mina, entre otros (menos a
Fernando Rocco quien se comportó como ñoco al no atreverse a retar a
Donald Curry, el monstruo de los ochenta en la categoría Welter). Su rival, el
mexicano José 'Torito' Rodríguez, se comportó como un becerrito dentro
del cuadrilátero, mostrando poco interés en la defensa de su título e
incapacidad para responder a los golpes de 'Chiquito'. No hubo knock-out porque
en esa categoría es muy difícil ver uno, pero el peruano ganó por unanimidad a
una edad veterana, 34 años, lo que le augura dos o tres años en la cúspide,
imposible que más.
El entusiasmo por el boxeo se
reavivó en febrero de 2009 cuando Kina Malpartida
se coronó campeona mundial al doblegar a Maureen Shea. Si bien el pugilismo
recobró popularidad y cierta cobertura mediática, lo más seguro es que se debió
a la extrañeza que causaba ver a una mujer triunfar en una disciplina viril
antes que por el propio deporte en sí.
La euforia por el box aparece
adormilada cuando no extinta. Si hace
treinta años un pugilista peruano alzaba el cinturón de campeón, se habrían
organizado caravanas de entusiastas, congregaciones con banderas bicolores en
el parque central de Miraflores, cobertura en todos los medios, especiales
sobre su vida, homenaje en el congreso de la república y laureles deportivos en
el Estadio Nacional. Ahora no pasa nada. Al día siguiente de la pelea —el
domingo— apenas un recuadro en los periódicos principales. A excepción del Depor,
los demás tabloides deportivos dedicaron su primera plana al Clásico del fútbol
peruano que se disputaba esa tarde (y que ganó merecidamente 1-0 el equipo de mis
amores).
¿A quién o a qué se puede culpar
la caída de un deporte que gozó de tanta popularidad como el fútbol? (y no
exagero). En los ochenta, por ejemplo, una pelea era promocionada por los
canales de TV con meses de anticipación y la misma noche del 'dame que te doy'
el nivel de sintonía y la expectativa era masiva.
Me parece que el problema de la
falta de interés no es exclusivo del aficionado peruano, es un desencanto
generalizado a nivel internacional debido a: 1) la proliferación de entidades mundiales
que rigen este deporte, 2) la mafia y las peleas ‘amañadas’ (léase Don King),
3) la falta de figuras o con la cualidad suficiente para convertirse en ídolos
de la talla de Joe Louis o Cassius Clay.
Para quienes crecimos observando
a luchadores antológicos como Marvin Hagler, Larry Holmes, Mike Tyson (en su
mejor momento), Sugar Ray Leonard, Tommy Hearns o ‘Mano de Piedra’ Durán,
anhelamos que el box recupere el interés y la espectacularidad de décadas
atrás, pero eso se logrará cuando su manejo se vuelva transparente, se extirpen las mafias, se
unifiquen las entidades y se flexibilicen un poquito las reglas porque,
reconozcámolo, los intentos por ‘humanizar’ el pugilismo un poco que lo han
mariconeado y no sólo le han extirpado el efecto de circo romano, sino también
de drama mitológico donde dos titanes se enfrentan en una lucha despiadada.
Un poco más de sangre, sudor y
lágrimas a través de la pantalla es un buen gancho para nuestro lado salvaje.
1 comentarios:
Por lo pronto Chiquito estuvo a la altura en su primera defensa del título. Le ganó bien al colombiano Karluis Díaz y no lo noqueó pero sí lo tumbó en el último asalto.
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